El clásico del viajero de finales de junio se sitúa a más de 70º norte. En el círculo polar ártico está la ciudad noruega de Tromsø. Su prueba, Tromso Midnight Sun Marathon, lleva tres décadas acogiendo a esos corredores que aúnan viaje y algo diferente.

En esta ciudad al norte de Noruega, del 21 de mayo al 21 de junio se puede ver el sol de manera constante sobre el horizonte. Y la carrera aprovecha todo este escenario desde las ocho y media de la tarde. O dos horas más tarde si te inscribes solamente a la media maratón.

En muchas ocasiones, se trata de ciudadanos que ya disfrutan de una claridad relativa durante los meses de mayo y junio. El mundo runner de, pongamos, París o Berlín hacia arriba, ya sabe lo que da de sí una jornada.

Por eso no es raro que muchos pongan cara de extrañeza cuando presumimos que, en España, las tardes son largas. Lo que son eternas son nuestras jornadas en la terraza de debajo de casa.

Y, precisamente, entre esas latitudes, encontrarás muchas carreras de ‘sol de la noche de verano’. Una particularmente bonita, que puedes combinar con una visita a la ciudad de los canales, es el popular Midzomernachtcross.

Se disputa en múltiples distancias en el gran bosque aledaño a Amsterdam. Desde las ocho de la tarde de la noche de San Juan, varios miles de corredores hacen bucles por una zona boscosa mientras cae esa penumbra que luego dura toda la noche (este año, viernes, apuntad por si quedan vuelos u os pilla por allí).

Otros destinos donde quemar mucha pasta dorsal en mano podrían ser la Midnight Sun de Toronto o, ya sin inscribirte, salir en los alrededores de esa cabaña idílica en Islandia o tu hotel de seis estrellas de San Petersburgo.

También los hay más chulos que un ocho. En la preciosidad que tienen los serbios a orillas del Danubio, en la ciudad de Novi Sad organizan el Night Marathon a lo largo de un circuito encantador al que hay que dar unas vueltas. No es muy al norte (45ºN) pero la celebración del sol de medianoche está presente desde las diez de la noche.

Para nuestros lectores del hemisferio sur la cosa tiene poco misterio. Ni Australia, Sudáfrica o Chile ni Argentina quedan tan al sur como para tener un sol de medioanoche antártico.

Al menos sus zonas habitadas. Ushuaia y su medio maratón del Glaciar Martial son lo más cercano a su sol eterno. En pleno diciembre, ese sol caído sobre el lateral acompaña a corredores con un tono naranja extraño. Sin duda un lugar increíble, pero se corre por la mañana. De vosotros depende incluirlo en el lote de carreras mencionado.

¿Y en España? ¿Se podría correr de noche en verano aprovechando la última claridad de Junio? Desgraciadamente (o por fortuna, si lo que pretendemos es dormir en esas fechas tan de cerveza, salir y vida en la calle), a partir de las diez de la noche no queda esquinazo meridional en la Península Ibérica con luz suficiente como para correr. Estaca de Bares, en el norte gallego, apenas despunta con 43ºN.

Pero ningún lector de CorreryFitness debe desesperar. Este servicio de información irredento da una opción. Y es que se puede lograr echándole un poco de imaginación.

En España existe una noche en la que sobra luz. Esa en la que el cielo está en llamas. San Juan. ¿Por qué no salir a correr transitando por las diferentes hogueras de tu ciudad?

Eso sí. Siempre pertrechado de una luz frontal para los tramos con menos iluminación y alguna prenda con franjas reflectantes. Tú puedes ir corriendo, pero el personal, broadly speaking, lo que está es de botellón y jarana.