Seguramente recordaréis la power balance. Eso es: aquella pulsera de plástico que alcanzó altísimas ventas y que tenía un holograma, el cual, según sus creadores, “a través de frecuencias del ambiente natural lograba efectos positivos en el campo de la energía del cuerpo”. Pues bien, es quizás, la mejor imagen para explicar qué es un magufo en el argot científico.

Si ahora mismo buscáis en internet la relación del running con la power balance, la cual llevaron grandes personalidades, incluida alguna que otra ministra de Sanidad española, podréis ver ejemplos de corredores que sin ningún rubor y por escrito, reconocieron correr mejor con la pulserita que sin ella.

En este caso, sus creadores fueron condenados por estafa y reconocieron que carecía de validez científica, por si quedaba alguna de lo que ya habían dicho los estudios científicos. Pues bien, hoy todavía habrá un reducto de creyentes que la defiendan.

Y no es de extrañar. Quizás este ejemplo de la power balance sea tan grandioso que no podamos encontrar otro igual. O quizás sí.

Otros productos para correr que no pasan el método científico

En los últimos años han aparecido unos cuantos. Veamos algunos de ellos:

-Tiritas nasales. Servían, sirven y servirán para las personas con algunos problemas de ronquidos, pero lamentablemente no mejoran el rendimiento deportivo. A los corredores de este último boom del running igual ni os suenan.

La cosa es que en los noventa los llevaba mucha gente y los regalaban con publicaciones de correr o en carreras. Una vez que el efecto placebo campaba a sus anchas muchos decían mejorar su rendimiento deportivo en las carreras.

La cosa es que la ciencia no dijo eso. Las llevaban atletas, algunos pagados. No es cuestión de nombrarlos, que me da vergüencilla ajena. Otra cosa es que gente con problemas alérgicos dijeran sentirse mejor. No lo dudo, pero muchos de ellos dejaron de ponérselas. Qué cosas.

-Medias de compresión. “A mí me funcionan”, “Me vienen bien porque se me cargan los gemelos”, “Rindo más con ellas”, son algunas de las afirmaciones que siguen diciendo cientos de corredores, cada vez menos entre los profesionales, cuando hablan de sus calcetines lagos.

Y ha dado igual que la ciencia demostrase que no mejoran el rendimiento. Sí que están demostrados sus beneficios entre sujetos sedentarios o con problemas circulatorios. Qué cosas. Pero, claro, es que había muchos sujetos con grandes aptitudes para el atletismo patrocinados por fabricantes de las mismas.

De hecho, los que estaban patrocinados por alguna de esas marcas corrían con ellas y los que no, pues casi ninguno. No tenéis más que estar atentos a las finales de velocidad, medio fondo en los JJOO de Río y contar cuántos de ellos llevan medias. Pocos vais a encontrar…

-Kinesiotape o vendaje neuromuscular. Sí, las tiras de colorines que llevan los deportistas y pobres mortales. Fue inventado en los setenta y aunque fue empezado a utilizar por japoneses ahora su uso está extendido por todo el mundo.

Vendría a ser como la homeopatía del running. Porque no pasa el método científico, ni de cerca, en los estudios en los que se ha abordado el asunto. Aún así es un lucrativo negocio en la actualidad.

Mario Balotelli celebrando un gol

Tras haber sido donados 50.000 rollos en EEUU entre fiosterapeutas y quiroprácticos,  y ‘convencer’ a muchos atletas entre deportistas de élite de sus beneficios antes de los JJOO de Pekín de 2008, la demanda estalló.

En la actualidad son los propios pacientes los que se los demandan a sus fisios. En fin. Lo más gracioso es que según el grado de creencia (y no de ciencia) del profesional, te pueden llegar a decir que los colores influyen. Tal cual. Tipo la bruja Lola y sus velas negras.

-Zapatillas amortiguadas contra las lesiones. Recientemente un estudio de las Universidades de Granada y Jaen demostró que la fuerza con la que se impacta en el suelo a correr está directamente relacionada con la probabilidad de sufrir lesiones. Hasta aquí, todo correcto.

Pero es que además comprobaron que los corredores que practican la carrera descalzos impactan con menos fuerza y con una ergonomía de carrera más eficiente y óptima que los que corren con zapatillas amortiguadas y con más drop.

Al final, nuestro sentido común, impactado por millones de euros en publicidad nos obliga a pensar que cuanto más amortiguación, menos lesiones. Una vez más, la ciencia no dice eso. Eso sería igual que decir que después de miles de años de evolución, el ser humano está mal hecho, y eso es algo que suena un tanto creacionista.

Corredor descalzo

En este caso hay que decir que no hay placebo: simplemente que los corredores han violado a su cuerpo hasta el punto de acostumbrarse a correr de una forma para la que no habían evolucionado.

Una vez más, felicidadess a los que entran de talón al correr y no se lesionan. Quizás sean una raza superior… Lo que no se pueden negar es que esas zapatillas son coloridas y modernas, muy rompedoras y se venden a mansalva.

Lo cierto es que en este último boom de la práctica de la carrera a pie, con tanta investigación como dicen, las lesiones no han disminuido. Y cada vez está demostrado que lo más importante el cómo se corra, es decir, la técnica de carrera, que la pisada se debajo del centro de gravedad del corredor, para lo cual no ayuda en absoluto a los corredores populares  las con excesiva amortiguación y con mucho drop, esto es, diferencia de altura entre el talón y los metatarsos. Conviene tener en cuenta que el ser humano nace con cero drop.