El maravilloso mundo de las marcas es como el maravilloso mundo de los culos: todos tenemos uno y sin él, poco seríamos. Sin embargo, las marcas están hechas para romperse. Con mucho trabajo habrás conseguido arañarle segundos al reloj con esos trabajados entrenamientos, tus series o solamente con dedicarle un punto más de esfuerzo.

Tanto como si has llegado a tu límite como si has decidido olvidarte de marcas generales para irte a por registros de otro tipo, este es tu lugar. Sí, estamos lejos de bajar de los diez segundos al sprint para quitarle a Usain Bolt el título de hombre más rápido de la historia, pero no debería ser tan difícil arrancarle a un tipo de Nueva Delhi su titulo de hombre más rápido corriendo una milla de espaldas.

Desde hace sesenta años, el Libro Guinness de los Récords recoge en sus páginas algunos de los logros más increíbles que podamos encontrarnos. Desde el auténtico crack dotado de un talento extraordinario hasta el que tuvo la idea más loca, todos tienen cabida en el registro de las mejores marcas de la historia. Después de pegarle un repaso completo a todas las que implican mover las piernas de camino a la meta, estas son algunas de las más extrañas.

Si quieres intentarlo, la mejor manera de hacerlo es en solitario: hay variedad de alternativas, dependiendo la distancia, aunque es en el maratón donde encontrarás más records a batir. Si te planteas acudir disfrazado de un personaje televisivo a la línea de partida, ten en cuenta que deberás bajar de 2:49:51 si quieres tumbar la marca de David Stone. Si lo tuyo es cosa de habilidades, hay para todos los gustos.

¿Te mola el baloncesto? Igual te animas a meterte una paliza de kilómetros botando un balón, pero te aviso que tendrás que acelerar: Jerry Knox fue capaz de hacer una maratón en 3:11:26 mientras botaba un balón. Y si quieres probar con dos balones, el mismo atleta tiene el récord con 4:10:44.

Lo más curioso es que Knox, un profesor de geografía norteamericano, consiguió batir ambos récords en este 2015; el último, el que implicaba los dos balones, lo consiguió en Londres, donde se llegaron a batir hasta 35 récords.

Está claro que, si quieres llegar a que tu nombre figure en los registros, debes combinar velocidad y habilidad. Las hay de todo tipo: cargar con peso, correr con el disfraz más alto posible… ¡hasta haciendo macramé! Sí, hay un récord de la maratón más rápida haciendo cadenetas de ganchillo: 5:40:47 invirtió Susie Hewer en acabar una maratón mientras estaba dale que te pego con las agujas. En este récord se valora tanto el tiempo invertido como la longitud de la cadena: le costó llegar dado que su trabajito llegó a medir ¡hasta 140 metros!

¿Eres solidario? Pues en eso también se puede batir un récord. Los 9336 corredores que participaron en la última Media Maratón de Valencia donaron un euro a la Asociación Española contra el Cáncer, convirtiendo a la prueba en la que más dinero ha recaudado en concepto de fundaciones; si a esta le sumamos la marca más rápida de media maratón conseguida en suelo español, nos sale una prueba de récord.

Sin embargo, a veces ni siquiera buscando la práctica más rara es suficiente: Kenichi Ito, un japonés que se entrenó a tope para conseguir una marca increíble, corrió los cien metros a cuatro patas por debajo de los 17 segundos. Un año después, su compatriota Katsumi Tamakoshi le pegó un palo a su marca de casi un segundo, parando el crono en 15.86. Como en todo, lo importante no es llegar, sino mantenerse.