A palazos no. A plazos. Págalo como debe ser.

Esta serie de consejos van en contra del sentir general. Van contra cómo te recomiendan correr un maratón. Van totalmente contra lo que un ‘runner’ siente cuando ya ha dominado la bestia de los cuarenta y dos kilómetros. No estoy desmitificando el maratón. Ni te expongo a sufrimiento innecesario. Ni te lesionarás de por vida ni blasfemarás contra este columnista. Quizá descubras el lado menos serio de la reina de las carreras.

Sí. Ese es el salto al lado incómodo del correr. En caso que estos consejos calen hondo en tu ‘way of marathoning’, no me eches la culpa. Solo te ofrezco una manera de correr más festiva. Había otros titulares donde hacer click.

“Echar a caminar en un maratón es un fracaso”. “El reto es correrla en progresión, la segunda parte más rápido que la primera”. Etcétera. Son las cosas que circulan por la parte de delante del pelotón.

Pues mira. Te propongo una metodología nueva. No te hará perder tiempo. Quizá hasta lo ganes. Es así: Corre entre avituallamientos. Trocea los 42 kilómetros en carreras de 5. Veinte metros antes de cada zona de avituallamiento, camina y deja que bajen tus pulsaciones.

¿Estoy loco? ¿Por qué? ¿Es que tienes particular prisa en que se termine el día de la gran prueba? ¡Amortiza que cortan el tráfico en la ciudad

Ah. Que te preocupa la marca final. Hagamos un ejercicio matemático basado en treinta años de observación. ¿Cuánto vas a perder deteniéndote entre la parada, el estiramiento preceptivo, la sonrisa a los voluntarios y dos tragos de isotónico? Calcula, por lo alto, dos minutos. En un maratón hay 8 avituallamientos. Un total exagerado de 16 minutos. Durante ese cuarto de hora el cuerpo se reseteará. Arrancará recuperando una buena parte de las pulsaciones.

Eso podría valerte incluso para entrenar las tiradas largas. ¿Para qué hacer más de 20 kilómetros de un tirón si no estás totalmente en forma o hace demasiado calor? Entrenar en bloques de cinco kilómetros parando en una fuente a descansar podría acercarte a un uso más racional de tus reservas. ¿Quién te dice que no has encontrado la solución a esas minutadas horrendas que te caen a partir del kilómetro treinta y tres?

Bueno. ¿Qué más da? Si te funciona, llámame a la oficina de Nassau, Bahamas.

En Antena3 tienen mi móvil.