¿Para qué empezar por distancias cortas si realmente nuestro único objetivo es ser finisher en un IronMan?). Hoy en día y posiblemente por la motivación y el “glamour” que lleva implícita esta distancia, son muchos los que se plantean realizar un IronMan (4000 metros de natación + 180 km de bici + 42km de carrera a pie) aparte de con un entrenamiento escaso, sin experiencia previa en triatlones de menor distancia.
Es verdad que he empezado algo extremista, pero últimamente se lleva mucho esto de los retos, sin tener en cuenta quienes somos y de donde partimos (deportivamente hablando).
En mi caso, percibo el triatlón como un progreso en cuanto a distancias se refiere. Sí que es verdad que muchos piensan únicamente en poder cruzar la línea de meta en un triatlón de larga distancia, pero deberíamos de pensar también en disfrutar del proceso hasta llegar a cruzar esa línea, llegando a meta primeramente en triatlones de distancia más corta y aprendiendo de lo que la competición nos irá enseñando, normalmente, a base de errores.
Ya no hablo de errores a nivel de planificación de entrenamiento, hablo de errores que poco podemos predecir en una competición, como el saber realmente qué es lo que nos sienta bien comer los días previos a la competición, o durante la misma, ya que aunque esto lo trabajemos en entrenamiento (cosa que es imprescindible), a veces cuando nos enfrentamos a la situación real de competición, y no a un entrenamiento simulado, el cuerpo responde diferente (los nervios no se pueden simular).
Por ello, creo que debemos de ir conociéndonos y aprender a competir primero en triatlones de distancia corta, para posteriormente irnos enfrentando a triatlones de mayor distancia, con una seguridad en nosotros mismos, que nos hará disfrutar más y a buen seguro, llegar al día d, con algo más de tranquilidad.
Para triatletas experimentados, cuyo objetivo ya no es solo el acabar una prueba, si no el mejorar sus tiempos, tendremos que pensar qué pruebas previas nos vendrá mejor realizar de cara a llegar a la línea de salida de nuestro objetivo principal, en las mejores condiciones posibles.
Aunque tengamos experiencia de otros años, testarnos y competir en alguna prueba previa al objetivo será prácticamente indispensable. Por ejemplo, si tenemos como objetivo un media distancia (2km nadando + 90km en bici + 21km a pie), no sería mala idea, bajo mi punto de vista, 2 o 3 semanas antes, realizar un triatlón distancia olímpica, aunque no con la intención de conseguir un magnifico resultado, ya que llegaríamos con bastante carga de entrenamiento, si no de cara al que realmente será nuestro objetivo.
Intenta ser coherente a la hora de elegir la distancia de tus triatlones, disfruta de ir paso a paso enfrentándote a distancias más largas (si tu intención es esa), e intenta no ponerte como objetivo acabar un IronMan, cuando todavía no has probado ni un Medio IronMan.