Antes de nada, y para que veíais de la importancia que tiene, me gustaría reseñar lo que nos produce una puesta a punto correctamente aplicada y los beneficios que tiene en nuestro rendimiento:

1.- Aumento de potencia.

2.- Reducción de la producción de ácido láctico.

3.- Incremento del volumen sanguíneo.

4.- Mayor concentración de glóbulos rojos.

5.- Mayor almacenamiento de energía.

Seguro que después de leer los beneficios más importantes de hacer un periodo de “tapering”, no tendremos dudas de realizarlo para, al menos un par de citas importantes durante la temporada.

En triatlón llevar a cabo este periodo no es fácil por la complejidad de engranar los tres deportes y la cantidad de zonas de entrenamiento que tendremos que utilizar en una competición (al menos en sprint y olímpica). Por ello, ten en cuenta estos aspectos para decidir cómo entrenar esos días previos a una competición objetivo:

a) Entrenamiento anterior: Sí tu volumen de entrenamiento semanal es muy bajo, no recomiendo hacer una bajada de volumen excesivamente marcada, en cambio si entrenas mucho, sí que podrás permitirte ese lujo.

b) Distancia de la competición: No hagamos lo mismo en un periodo de puesta a punto para un IronMan que para una distancia sprint. Para el IM deberá ser una puesta a punto más marcada.

c) Cantidad de competiciones importantes: Sí competimos mucho y tenemos intención de rendir decentemente en la mayoría de las competiciones, no hagas grandes periodos de “tapering”, porque al final, entrenarás muy poco y tu rendimiento descenderá.

Aparte de individualizar lo anteriormente expuesto según nuestro caso en particular, podremos destacar otros aspectos generalizables prácticamente a la totalidad de los casos:

1.- Cuidado con pasarnos con los estiramientos: Al igual que con el último masaje (si es que nos lo damos), siendo éste mínimo 3 días antes de la competición.

2.- Dormir lo normal: Si normalmente descansas poco, dale alguna horita más de sueño al cuerpo si te lo puedes permitir, pero si normalmente duermes tus ocho horitas, evita dormir más para no desactivar al cuerpo.

3.- No hacer entrenamientos o ejercicios nuevos: Al igual que con el material, evita hacer algo que no has hecho anteriormente. No es momento de probar.

4.- Activar el día previo: Sin duda imprescindible. No te cortes en “tocar” los tres deportes (o al menos dos) el día previo a la competición, añadiendo algunos progresivos o cortos periodos de intensidad alta.

5.- Manías: Se dan mucho en este periodo, y si entra dentro de lo correcto, tener una manía o por ejemplo hacer siempre similar entrenamiento el día previo puedes ser una opción muy recomendable si has comprobado que llegas a la competición en buenas condiciones, y sabes que te “sienta bien”.