Algunos podríamos pensar que para afrontar el triatlón objetivo del año o intentar llegar en las mejores condiciones a objetivos principales de la temporada deberíamos de estar totalmente parados los días previos o incluso semanas previas.

¿Qué es lo que nos dice la ciencia en cuanto a la intensidad, volumen, duración y frecuencia en el entrenamiento para realizar una buena puesta a punto? Aquí os lo mostraré:

Volumen:

- Debe reducirse entre un 40 a 60 %. Si reduces más el volumen entrarás en riego de perder adaptaciones, y si lo reduces menos, posiblemente llegarás algo cansado al día de la competición.

-  Se puede reducir si se mantiene la intensidad. No tengas miedo en llevar a cabo ese descenso de volumen, porque como veremos más adelante, si mantienes la intensidad (dentro de un margen) no tendrás problema ante la temida “perdida de sensaciones”.

Frecuencia:

- No la disminuiremos tanto como el volumen. Si eres de los que por ejemplo entrena 6 veces a la semana la natación, la semana previa no bajes a 2 días de entrenamiento en este segmento con la intención de bajar el volumen. Intenta ir mínimo 5 días, aunque realizando una bajada de volumen importante. En cambio, si eres de los que va 2 días a la semana a nadar, no se te ocurra dejar de nadar durante toda la semana con la intención de bajar el volumen. Esto es triatlón, y si en tus semanas normales sueles hacer 7 sesiones de entrenamiento entre los 3 segmentos, intenta no descender (o al menos descender lo mínimo) ese número en las semanas previas a la competición importante.

- De esta forma mantendremos las adaptaciones que hemos conseguido durante los meses de entrenamiento.

Intensidad:

- Debemos mantener la intensidad. Con esto no quiero decir que 3 días antes a la competición hagamos un entrenamiento extenuante. Lo que quiero decir con mantener la intensidad es que cometeremos un error sí únicamente los días previos entrenamos a una intensidad baja, teniendo esto como consecuencia que el cuerpo se quede “dormido” previo a una situación de máxima intensidad en la que nos enfrentaremos en la competición. Por ello, entrena fuerte, pero de forma fraccionada, metiendo “toques” de intensidad alta (poco tiempo de trabajo y mucha recuperación) prácticamente en cada entrenamiento.

Duración:

- Lo ideal es que el periodo de puesta a punto o tapering dure entre 8 – 14 días, siendo este periodo suficiente para que el cuerpo asimile toda la carga de meses atrás, pero a la vez no tenga efectos negativos como la pérdida de adaptación que comentábamos anteriormente.

- El periodo de tapering tendrá variaciones, según aspectos como nuestra experiencia o la cantidad de objetivos “importantes” que tengamos durante la temporada, ya que si competimos asiduamente no podremos llegar con un “taper” tan marcado.