Cuando Chema Martínez era de los más rápidos españoles sobre el tartán en los diez mil metros, en ocasiones le pasó algo que ha contado en alguna ocasión. Hace un par de semanas, a Ia mediofondista Isabel Macías también le ocurrió. “He echado las entrañas al terminar”, decía en su Instagram.

La intensidad en la práctica del ejercicio, como la carrera rápida, es un factor determinante que puede provocar el vómito. Y en las series, la intensidad siempre es alta.

De eso van las series, sean cortas, medias o largas. No obstante, además de esa intensidad, hay  sumar tres motivos, relacionados unos con otros, según explica Manuel Carrillo, de Llegarunning:

1.- Haber ingerido alimentos entre dos y tres horas antes, de forma que la digestión no se haya completado. La sangre, muy necesaria en el proceso digestivo, abandonaría la zona estomacal y se iría a trabajar a las piernas (y brazos) en el caso de los corredores, y se produciría un corte de digestión.

2.- A veces, cuando se lleva al cuerpo al límite, desconecta algunas funciones que no son determinantes. La digestión es una de ellas. El estómago no sería capaz de asimilar ni unos pocos gramos de agua.

3.- En las series, se consumen muchos hidratos de carbono, y el cuerpo para convertirlos en energía necesita oxígeno. Cuando no hay suficiente oxígeno, el cuerpo busca energía de forma alternativa, lo que produce ácido láctico, el cual molesta al organismo.

El vídeo en el que se ve entrenar a Bolt y vomitar a partir del minuto 2:29

Ángel David Rodríguez: “El motivo principal es la acumulación de lactato”

Para entrar en materia, ahondando en el punto 3, qué mejor que preguntar al hombre más rápido de España en 100 metros, David Ángel Rodríguez, ‘Pájaro’, capitán de la selección española de atletismo y veterano en eso de hacer series. Como muchos de sus colegas, “ha llamado a Juan” en algún que otro entrenamiento.

“El motivo principal es por acumulación de lactato. Los velocistas, sobre todo de 200 y 400, en los entrenamientos de capacidad láctica  y en los entrenos de potencia láctica  (ritmo de competición) generan unos niveles de lactato tales que provoca una serie de procesos fisiológicos y metabólicos”, explica Rodríguez.

Aunque pudiera parecer que el vómito sucedería durante la serie o nada más terminar, lo cierto es que se produciría un poco después, “entre  los 8 a 10 minutos posteriores de haber hecho una serie”.

Continúa explicando Ángel David que no en los entrenamientos de distintas distancias es igual. “En medio fondo es parecido al 400. Pero en fondo es por saturación. El corazón del fondista va limpiando el ácido láctico y se mantiene por debajo del umbral anaeróbico. Es cuando lo supera cuando entra en fatiga, generando más lactato del que puede limpiar y es entonces cuando peta”, dice.

Para finalizar, Ángel David Rodríguez indica que no se puede generalizar. “No siempre se vomita, y no todos vomitan. ¿Es malo? No, es un efecto de trabajar por encima del umbral de fatiga”, concluye.