Las opiniones son como las San Silvestres: todo pueblo tiene una. El caso es que es cuestión de gustos, dado que hay para todos los bolsillos, las velocidades y las distancias.

El 31/12, estés donde estés, tendrás una variedad de pruebas sobre las cuales elegir (aunque no tienes porqué elegir una: el año pasado, el mítico Shinichi Sasaki se marcó todo un palizón corriendo hasta cinco “sansilvestres” en un día, ¡y doblando en la Vallecana!).

Sin embargo, de entre todas las carreras que se disputan el último día del año hay dos que destacan por encima de todas. Será que son de las más multitudinarias, será la tradición o que se celebran en las dos ciudades más grandes del país, pero no pasan desapercibidas para los corredores de toda España.

En Correr y Fitness vamos a poner en una balanza lo mejor que tienen dos pruebas decanas mientras vamos de punta a punta del puente aéreo. ¿Con que te quedas, con la San Silvestre Vallecana o con la Cursa dels Nassos?

Arrancamos con Madrid, que por número de inscritos y tradición no tiene rival. Y es que pocas carreras pueden presumir de tener a 35.000 personas formando parte de una marea que este año vestirá de naranja.

Corredor por la San Silvestre

Con el auge del fenómeno y el apoyo de sus patrocinadores, la prueba ha ido creciendo exponencialmente: todavía no se ha inventado el servidor que aguante la avalancha de inscripciones el primer día, en el que entusiasmados runners corren para ser el primero en llevarse uno de los preciados dorsales de una prueba popular que convive con una carrera de élite.

La San Silvestre Internacional sigue siendo un referente para los profesionales aunque este año abrirá un poco más de espacio a los amateurs: una iniciativa permitirá a 2.000 corredores codearse con la élite si son de los que más kilómetros en la aplicación del organizador.

Al otro lado del puente aéreo encontramos una Cursa dels Nassos que cada año gana más adeptos en los alrededores de Barcelona.

El recorrido ayuda sobremanera, y es que uno de los circuitos más planos de la capital catalana ayuda a que la gente salga a darlo todo: el dato es que el año pasado, casi 900 personas fueron capaces de bajar de los 40 minutos en esta carrera de diez kilómetros.

Además, es la gran cita para la élite de la Ciudad Condal: nunca faltan a esta prueba las primeras figuras como Jaume Leiva, Carles Castillejo, Ilias Fifa o Nacho Cáceres.

Este año, los profesionales tendrán a su disposición un cajón reservado a los atletas de élite, donde coincidirán una vez más con Yuki Kawauchi: el “ciudadano maratón” repite su viaje a tierras catalanas, no sabemos si encantado por el circuito o por la calçotada que se metió entre pecho y espalda al mismo ritmo que corre maratones.

Ambas tienen sus cosas buenas y también sus cosas malas: en Madrid la cantidad de gente es un arma de doble filo, y todo el mundo recuerda como algunos tuvieron que llegar caminando a meta por el atasco que se generó.

Y si hablamos de atascos, en Barcelona se generan cuando se corta uno de los ejes circulatorios de la ciudad -la Avenida Diagonal- el último día del año.

¿Cuál es la mejor? La que tú quieras: da igual si corres por la Castellana o el Litoral, si tienes un dorsal para la gran prueba de la gran ciudad o si acabas llegando a meta en la Avenida de la Constitución de un pueblo perdido. Si lo único importante, al fin y al cabo, es disfrutar con cada zancada. Y hacer hueco para la cena de Nochevieja, eso también.