Correr está muy bien y, probablemente, si vas aumentando poco a poco el tiempo que permaneces haciendo ejercicio y llevas una dieta sana y equilibrada terminarás perdiendo peso, por tutatis.

Sin embargo, si tu objetivo es perder peso a corto plazo no ya para la operación bikini, sino para que no se te noten tanto las cervezas del chiringuito del verano, prueba a hacer estos ejercicios alternativos, te vendrán bien.

1-. Prueba con el fartlek

Dícese de fartlek de aquellas series que, dentro de un mismo ejercicio de correr, se hacen más rápidas que las otras. De este modo, puedes hacer un kilómetro a un ritmo ramplón de 6km/h y hacer el siguiente a 5km/h.

Con estas variaciones a la hora de correr, tu metabolismo se va a activar de una manera más rápida y constante, por lo que, cuando acabes de hacer tu tanda diaria de running, tu cuerpo seguirá quemando hidratos de carbono y grasas durante unos minutos más.

2.- Incrementa la distancia

Para quemar más, hay que correr más, no queda otra. Eso sí, nuestra recomendación es que no lo hagas todo de golpe. Ten en cuenta que se coge peso con mucha más facilidad que con el que se pierde, por lo que has de tener paciencia.

Si es la primera vez que sales a correr en tu vida prueba a hacer la táctica del 1-2; es decir, un minuto corriendo a trote y dos minutos caminando rápido para seguir con la actividad. Y, poco a poco, vete incrementando la parte de correr y obviando la parte de caminar.

3.- Levanta las rodillas

Prueba con esto: para que tu ejercicio de correr sea aún más efectivo, prueba a hacer skipping en movimiento. ¿Qué quiere decir esto? Cada intervalo que tú te pongas, haz un minuto de correr levantando las rodillas hasta el pecho o hasta donde puedas.

Cuanto más alto las levantas mejor, y ten en mente que lo que quieres trabajar en ese momento es la activación de todo el core, así que ponlo duro para tirar de las rodillas hacia arriba. Verás cómo te cansas antes y sientes que tu rutina de running ha sido mucho más efectiva.