Barceloneta y alrededores

¿Destino exótico? Y ¿qué pasa si vas de viaje veraniego a una gran capital como Barcelona? Tiene sus playas. Quédate a descubrirlas al trote. Escápate con la Línea 4 de metro hasta Ciutadella o ve con las bicis del servicio de alquiler hasta esa zona tan cosmopolita del hotel Arts.

Comienza la playa. Sal corriendo por entre las dos torres y llegarás al nuevo puerto. Gira hacia la izquierda y tira millas. Pasa ese edificio redondo blanco de ladrillo de dos plantas -no le eches la culpa de todo a los arquitectos.

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Barceloneta / Wikipedia

De hecho, gira por Joan Oliver, entre ese semicírculo de edificios con unas palmeras en el medio. La zona de Pueblo Nuevo se ganó a la ciudad derruyendo las viejas vías de tren y los muros que taponaban la salida al mar.

Si continúas por ese territorio que es el del ‘muro’ en el maratón de Barcelona, por el paseo marítimo adelante, llegarás a las pistas de atletismo de Mar Bella. Rodéalas por la playa. No seas pardillo. Si el sol no es asfixiante puedes continuar por el frente de Diagonal Mar y degustar los edificios más cercanos al Fórum.

Ahí tienes una boca de metro de la misma Línea 4, El Maresme-Fórum. A la espalda sobreviven muchos es los esquinazos de la cuadrícula del Plan Cerdá, en los que todavía puedes ver esa mezcla entre casas y talleres industriales tan parecida a los barrios populares neoyorquinos. Metro, y para casa.

Alboraya y el Cabañal

El límite de bajar a la playa en Valencia o enamorarse de la playa de Valencia está en el número de días que emplees. Si estás en la ciudad del Turia para algo más que un fin de semana, empieza a plantearte descubrir todo ese recto arenal. Cálzate las zapatillas y sígueme. Yo empezaría desde las paralelas a la playa.

El barrio del Cabañal sufrió (y sufre) las presiones de quienes diseñaban nuevas avenidas. Mientras, casas y solares y tiendas ancladas desde hace décadas conforman un mundo casi fuera del tiempo. Trota sin prisa por las calles Escalante, Progrés o La Barraca.

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Playa de El Cabanyal / Wikipedia

Con cuidado de no ser arrollado por el tranvía, ahora cruza hasta la playa. Si sales cerca del Hotel Balneario Las Arenas, gira en dirección contraria al puerto de Valencia. En unos cientos de metros deberías ver bonitos edificios pero están en permanente peligro de derribo. La suerte estará de tu lado si puedes apreciar aún balconadas y jardincillos de principios del siglo XX.

Esa playa, ancha y llana, te permite llegar trotando hasta el término de Alboraya. El pueblo de la horchata de Daniel y de un par de sitios monumentales para un arroz con bogavante. El final de ese tramo clásico se identifica fácilmente.

Hay un puentecillo. Es una especie de desaguadero de un arroyo. Final de la ruta o punto de regreso. Vuelve hacia el centro de Valencia por la sombra de las callejas de Malvarrosa, ese barrio tan literario.

Rota

El viento. Los soldados americanos. El pescado del puerto. Te brindamos una sorpresa.

¿Estás en Rota? Échate a la calle. Empecemos por el extremo oeste. Por Punta Candor. Hay playa adelante un bosque fantástico de pinos. Son los Corrales de Rota.

Corre a la sombra hasta que decidas que ya es hora de salir a esa zona ventosa y surfera que asoma al Atlántico. Desde la línea de mar, todo recto hacia el este.

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Playa de Rota / Wikipedia

Nueva zona de pinos. Ésta, con chiringuito en mitad de la misma. Más espacio preservado por el que puedes subir y bajar un poco por esas aprendices de dunas. Retoma la playa hasta el puerto. El regreso lo vamos a hacer entrando en lo amurallado por Gravina.

Luego a la derecha está el fabuloso y coqueto cogollo de Méndez Núñez, la oficina de información turística, Constitución hasta la Pza España y la de Andalucía. Coge Charco adelante, peatonal y sombreada y regresa hacia las afueras de Rota. Habrás completado un mixto de playa y casco histórico de primera.