Que si los tejidos inteligentes evaporan el sudor. Que si hay tipos de calcetines que evitan las rozaduras y ampollas. Que si hay zapatillas para el verano con una transpiración máxima que logra que los pinreles no se te cuezan en su propia salsa frente a otras más abrigaditas. Vale. Pero no es menos ciertos que no son infalibles. Só lo es, sin lugar a dudas, tu amiga la vaselina, fiel e inseparables, por mucho que sudes o a pesar de torrenciales lluvias.

Hay tres zonas del cuerpo del corredor que sufren cuando la humedad es extrema y el roce es continuado: las axilas, la cara interna de los muslos y los pies, en especial, los dedos cuando estos no tienen el suficiente espacio para separarse. También el riesgo de rozadura es largo cuando el ejercicio dura mucho tiempo, en el caso de los corredores, de un medio maratón hacia arriba.

Si bien es habitual que los corredores sólo tomen medidas contra las rozaduras en los maratones, pues no hay manual al respecto que no recomiende luchar contra ellas, en distancias menores los corredores no suelen echar mano del mágico ungüento.

Axilas. Si utilizas camisetas de tirantes y no estás acostumbrado a ellas, no está de más que te untes un poco de vaselina en la zona. En un maratón es fundamental. Con el paso de los kilómetros tu correr se irá haciendo más económico, llevarás los brazos más caídos y el roce aumentará. Ojo, que con camisetas de manga corta también hay que andarse con cuidado.

Interior de los muslos. Sólo los corredores con un peso y planta ideales podrían prescindir de ponerse vaselina en la zona. Al resto, esto es un porcentaje altísimo de los runners de hoy día, les terminan saliendo costras por las heridas en las tiradas largas. No es necesario sufrir de esa forma. Pues eso, la mejor forma de evitar esas heridas es lubricarse la zona.

Los pies. Algunos corredores populares de montaña terminan sus ultra protagonizando episodios dantescos al sacar los pies de sus zapatillas. Cualquiera diría que un zoombie les ha mordido por el camino, o incluso que sus zapatillas han cobrado vida y se han alimentado de sus pies durante la carrera. Para evitar esa carnicería, ya sabes, vaselina. En ocasiones las zapatillas no son capaces de evitar esa acumulación de sudor, el cual va reblandeciendo la piel con el roce. Desde luego, no es el caso de los corredores que van con sandalias. Esa hiperventilación ayuda. La suciedad que acumulan, sin duda, tiene fácil remedio.

Los pezones. Es algo muy común en el caso de los chicos, y no sólo cuando están gorditos. No hay camiseta técnica que evapore el sudor del todo, y si encima llueve, el peligro aumenta. Porque en ese caso el tejido técnico se convierte en un auténtico rayador. En este caso, puede que la vaselina no sea suficiente. Quizás quieras ponerte unas tiritas. Merece la pena.