Sí y no, todo dependerá de cómo sean las que usemos habitualmente, pues para hacer ejercicio con ellas tendrán que tener unas características muy concretas.

"En primer lugar hay que tener en cuenta que sean de materiales resistentes, tanto en las lentes oftálmicas como en la montura y que, a su vez, sean ligeros. Las lentes deben ser de material orgánico (plástico) o de policarbonato, por su alta resistencia al impacto, asegura Francisco Daza, optometrista de Cione Grupo de Ópticas.

El material es recomendable que sean elásticos en poliamida y policarbonato. Las lentes además deberán adaptar su diseño a las altas curvaturas y diámetros.

Y es que son varios los factores que no debemos olvidar, y al hablar de protección hay que adecuar también el filtro de color e intensidad de las lentes para protegernos de la luz visible y evitar deslumbramientos.

"Las dos condiciones que se deben cumplir simultáneamente son, protección de las radiaciones nocivas y mejora del contraste”, explica el especialista

En alta montaña está especialmente recomendado, además del filtro UV, el filtro IR, infrarrojo. Otras actividades como esquí, mountain bike o montañismo necesitan filtros menos selectivos, con lo que una categoría 3 sería suficiente.

“Para los deportes naúticos o playa están especialmente indicadas las lentes polarizadas que, además de mejorar el contraste, nos eliminan los reflejos parásitos y reducen el deslumbramiento", comenta Daza.

Estas lentes están especialmente diseñadas para una alta exposición solar. El asfalto, el agua o la nieve actúan como un espejo y ese deslumbramiento puede limitar nuestra actividad deportiva. Los filtros polarizados son aconsejables y se pueden reforzar con un acabado espejado.

"El espejo es un tratamiento que se aplica en la cara anterior de la lente y que ayuda a eliminar cantidad de luz en altas exposiciones. Hoy día es un componente estético por los diferentes colores que se pueden utilizar", destaca Francisco Daza, quien cree que las tendencias de este año acompañan a este tipo de gafas, los acabados en diferentes tonos las hacen más divertidas. Aunque explica que si queremos sacarle partido a esos colores hay que saber en qué entornos vamos a hacer deporte.

-Para navegar nada mejor que un polarizado marrón categoría 3.

-Para esquí o alta montaña son mejor los marrones  en categorías tres y cuatro para dar un mayor contraste de visión.

-Los verdes, unidos al tratamiento polarizado, están indicados para la pesca o ciclismo.

-Las lentes amarillas aumentan nuestra percepción de luminosidad.  Permiten que nos movamos mejor y más seguros en ambientes de poca luminancia como la conducción nocturna.

El color va más allá de las modas, no es un simple capricho y puede facilitar la práctica de deporte sin que Lorenzo haga de las suyas. Ojos protegidos siempre.