Está claro que hacer deporte, y en particular salir a correr, resulta de lo más beneficioso para tu salud cardiovascular, muscular y ósea. Estás en plena forma y no te da miedo darte algún que otro caprichito alimenticio porque sabes que a final quemarás las calorías con un poco de entrenamiento.

¿Todo bien? Puede que no. Quizás nunca te había planteado cómo esta actividad tan saludable podría estar afectando a tu entrepierna. Antes de calzarte las zapatillas, deberías echar un ojo a estos pequeños inconvenientes que sufres de cintura para abajo en cada carrera.

Dolor testicular. Aproximadamente, se calcula que uno de cada siete hombres experimenta algún tipo de dolor testicular provocado por un varicocele, una dilatación de las venas que drenan la sangre de los testículos que puede afectar a su grado de esterilidad provocando lentamente el deterioro paulatino de sus funciones testiculares.

Aunque los varicoceles son genéticos, los expertos han señalado que cualquier actividad en la que aprieten y rocen demasiado los músculos implicados en el funcionamiento de los testículos podría incrementar las molestias derivadas de esta dolencia e incluso causar un dolor adicional.

Si vas a seguir corriendo, deberías optar por ropa interior cómoda que sujete bien la zona sin apretarla de más.

Zona comprimida, zona entumecida. Como indicábamos en el anterior punto, debes tener cuidado con la ropa que escojas para salir a correr porque si optas por mallas o pantalones cortos demasiado ceñidos tus genitales podrían comprimirse demasiado.

Si vas tan ‘petado’ que aquello parece un paquete de embutido envasado al vacío podrías cortar el riego sanguíneo en la zona provocando entumecimiento y dolor testicular después e incluso durante la carrera. Algo de sujeción resulta de lo más cómodo para sentirte ligero, pero tampoco dejes que tus testículos boten y se muevan a su libre albedrío en un pantalón de running demasiado amplio, acabarás haciéndote rozaduras.

Aumenta la potencia de tus erecciones. Salir a correr con regularidad dos o tres días a la semana mejora nuestra circulación sanguínea, y lo hace en todo el cuerpo. Eso es: fortalecer el bombeo del corazón y mantenerlos sano también influye en que tus erecciones sean más potentes y duraderas.

Y notarás los beneficios en poco tiempo. Al menos así lo asegura una investigación realizada en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, en la que pudieron comprobar que la potencia sexual de los participantes mejoraba tras haber entrenado intensamente durante apenas una semana.

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Mejora la fertilidad… Una de las recomendaciones básicas de los médicos cuando alguien sufre problemas de impotencia es realizar alguna actividad física como salir a correr para mejorar su fertilidad. El ejercicio regular aumenta los niveles de testosterona en el cuerpo cuidando de la salud de esperma.

Así lo demostró un estudio publicado en la revista British Journal of Sports Medicine en el que se demostró que los hombres que practican deporte regularmente –siendo actividades de una intensidad moderada– tenían un esperma hasta 73% superior contando con un número de espermatozoides mucho más alto que el de los sedentarios.

… Pero puede dañar la calidad del esperma. Como en casi todo en la vida, los excesos nunca traen nada bueno, y salir a correr en exceso podría dañar el semen de los obsesionados con el running. Correr 100 kilómetros o más a la semana hacen que la cantidad de testosterona en sangre disminuya hasta en un 28% afectando directamente a la calidad del esperma.

Los expertos creen que al pasarnos de kilometraje el cuerpo tiene una respuesta inflamatoria cuyas consecuencias en la fertilidad y potencia sexual de los varones podrían ser nefastas. Aproximadamente 50 o 55 kilómetros semanales deberían ser tu límite si quieres evitar los problemas de salud en la entrepierna.