Para algunas personas, correr va más allá que el simple hecho de practicar ejercicio. Este deporte es como una filosofía o un estilo de vida para ellos y ellas. Practicar running es como una válvula de escape, una forma de afrontar y superar las adversidades de cada día. Pero la cosa no queda ahí. Cada vez es mayor el número de corredores amateurs que quieren plasmar en su piel la pasión por el running y sus tatuajes así lo demuestran en la red social Instagram.

La cuenta de estas chicas o grrls -que prefieren omitir la i- y sus fotografías dejan bien claro que son unas enamoradas del running a todas luces. Una de ellas se tatuó el pasado verano en su omóplato derecho una corredora con aire de sirenita, bien bonita por cierto, para tener siempre presente a sus ‘compis’.

Para este tío, correr es un modo de vida. ‘Running life in my own pace’, así reza la leyenda de su reciente tatuaje en su mugriento pie. Un original tattoo donde se ve a un hombrecillo corriendo y detrás de él una estela de vida (la metáfora de un electrocardiograma) de la que brota un arbolito. Esperemos que lo riegue con cierta frecuencia.

Gracias al tatuaje de su pierna, podemos saber que este alemán llamado Markus ha corrido (lo que desconocemos es si ha terminado) el maratón de Berlín celebrado este año. Un colorido tattoo en el que puede verse la famosa Puerta de Brandeburgo, donde finaliza la prueba, la cifra con la anecdótica distancia de 42.195 metros -capricho de una reina- y su zapatilla favorita para correr.

El brazo tatuado de este tipo deja bien claro que él de runner metrosexual tiene más bien poco. Kosnaaderi sigue siendo de esa estirpe de la que hablábamos en un post anterior: aquel corredor pretérito, que salía a patear en chándal. Ni pulsómetros, ni gaitas. Un cronómetro de los de toda la vida y un hombre con un tupido mostacho ataviado con unos calcetines normalitos, unos pantalones cortos y una camiseta de tirantes no dejan lugar a la duda: ‘Run forever’.

Un peculiar tatuaje que aúna las matemáticas con el deporte. El símbolo por excelencia para expresar algo que no tiene fin y en el que puede leerse la palabra ‘run’ grabado con tinta en la muñeca expresa de manera muy gráfica lo que puede llegar a ser el running para una persona. Hasta el infinito y más allá.

Este colorido tattoo con forma romboide es un pequeño guiño u homenaje a los amantes del trail running y de la naturaleza en estado puro. En él puede verse a un hombre que bien pudiera ser Rob Krar, el famoso boticario reconvertido en ultramaratoniano, recorriendo las montañas de Norteamérica con un lago detrás y una preciosa puesta de sol. Un cuadro impresionista.