Científicos de la Royal Society de Londres calcularon en una investigación que los primeros homínidos comenzaron a caminar hace aproximadamente 3,7 millones de años. Desde entonces ha llovido mucho y el ser humano ha evolucionado de manera natural, pero hay una acción que sigue siendo intrínseca al propio concepto de humano: andar.

Y andamos de muchas maneras: más o menos erguidos, con las manos en los bolsillos, en la espalda, de la mano, mirando el teléfono móvil… Sin embargo, andar también puede servirnos para adelgazar y ponernos en forma, pero no sirve hacerlo de otra manera.

En alguna otra ocasión hemos hablado aquí de los beneficios que tiene el “walking” frente al “running” o, para los más puristas, el andar rápido frente al correr. Pero ahora llega una técnica para andar y optimizar nuestros pasos en pro de reducir nuestra barriga: el “Power Walking”.

Esta modalidad deportiva consiste básicamente en eso, en andar, pero en hacerlo de una manera especial. En concreto, para hacer una buena caminata practicando “Power Walking” debes seguir estos consejos:

1.- Las caminatas, para que sean efectivas de verdad, han de ser de 45 a 60 minutos. En este punto es más importante la calidad del ejercicio que la cantidad, pero toma como un mínimo esa cifra para ver resultados a corto plazo.

2.- Los brazos: la posición de los brazos debe formar un ángulo de 90 grados con nuestra cadera. Además, en cada paso, elevaremos los brazos para coger impulso. Los manos las puedes llevar cerradas o abiertas cual velocista, como prefieras.

3.- El core: debes caminar con el core activado. Ya hemos hablado de lo que es el core, pero, por resumir, se trata de activar lumbares y abdominales. Hay que ir con estos músculos tensos para que nosotros vayamos totalmente erguidos y en una posición correcta.

4.- La cabeza: mirada al frente para evitar dolores cervicales

Para que este ejercicio sea efectivo de verdad, lo debes hacer a un ritmo de 9 minutos por kilómetro. De esta forma, en una hora de ejercicio habrás recorrido  unos 6,5 kilómetros, una distancia que de otra manera – corriendo – igual no hubieras podido hacer.

Lo ideal, en cuanto a intensidad, es que te sitúes entre el 60 y el 70% de tu frecuencia cardiaca máxima (la puedes calcular con esta fórmula: FCM= 220 – tu edad). A ese ritmo romperás a sudar, a quemar grasa, pero podrás seguir conversando con la persona que te acompañe. En este vídeo (en inglés), te explican cómo llevar a cabo este ejercicio.