Ya es noticia que en los informativos dediquen un espacio a la prueba reina del asfalto, aunque cuando lo hacen siempre es por la misma razón: un récord de participación en Nueva York, una nueva plusmarca mundial en Berlín o la presencia de atletas populares en pruebas como París o Londres.

Sin menospreciar a las maratones del resto del mundo, la mayoría de las citadas tienen ese algo que las hace especiales. Junto con Chicago y Boston, las antes mencionadas componen el calendario de las “Majors”, las maratones más importantes a nivel mundial.

Maratón de Tokio

Las condiciones, las características del terreno o esa magia que encierra la distancia unida en un entorno que habrás visto muchas veces las hacen especiales por encima del resto.

Confiésalo: te hemos puesto el caramelo en la boca y ahora quieres embarcarte en la aventura de correr una “major” este año. Pues tenemos que decirte que, lamentablemente, tendrás que esperar si quieres conseguir tu plaza por la vía normal.

La mayoría de los sorteos que dan acceso a todas las “majors” de 2015 ya se han celebrado: igual que tú, muchos corredores quieren pasar por la Puerta de Brandeburgo o pisar las calles de Tokio.

El único sorteo abierto es el más multitudinario: tienes tiempo hasta mediados de febrero para probar suerte en Nueva York, aunque tal y como vienen dadas, te espera luchar contra muchos otros corredores.

La maratón empieza para muchos el día en que la preinscripción se abre: las 125.000 solicitudes de preinscripción para Londres 2015 duraron apenas ocho horas, por lo que hay que darse prisa a la hora de conseguir una plaza por sorteo. Si la diosa Fortuna te sonríe, tendrás una plaza en una maratón de grandes magnitudes.

Puedes correr para inscribirte con el resto de gente, aunque también puedes correr aún más rápido para evitar las colas. Estas maratones no sólo están reservadas para los atletas profesionales más veloces, sino que también aseguran una serie de inscripciones para corredores populares que cumplan una serie de mínimos en relación a su tiempo en otras maratones y su rango de edad.

Maratón de Nueva York

Las plazas reservadas son limitadas, pero no es lo mismo competir por un puesto en la maratón de Boston con atletas con marcas inferiores a 3:05:00 (para hombres entre 18 y 34 años) que con el total de inscritos. Revisa esto antes de apuntarte al sorteo ordinario: puede que no seas de la élite pero tengas más fácil estar entre los mejores.

Otra opción es correr por una razón de peso: muchas maratones siguen el ejemplo de las grandes incluyendo una serie de plazas reservadas a corredores que recauden fondos para causas solidarias.

Mucha gente intenta ser parte de estos programas, por lo que la competencia es dura; sin embargo, nunca faltan entidades que necesiten de tu ayuda para dar visibilidad a sus iniciativas. Tu función consistirá en darle publicidad a estas causas y recaudar fondos para financiar la lucha contra las mismas. Si puedes correr y ayudar al mismo tiempo, tu recompensa será doble.

¿Y qué pasa si no eres rápido, no puedes colaborar o no tienes suerte? Dicen que el dinero no es todo en esta vida, pero ayuda a muchas cosas. Existen operadores turísticos que, igual que te ofrecen un crucero por el Mediterráneo o una semana en el Caribe, te llevan a la línea de salida de Tokio o Nueva York.

Por un módico precio, puedes tener una plaza asegurada sin pasar por sorteos, reservando además tu hotel y tus vuelos de manera que no tengas que preocuparte de nada. Quien algo quiere, algo le cuesta, pero si puedes gastarte eso en unas vacaciones normales y corrientes, puedes hacerlo para correr una carrera.

Maratón de Londres (21-04-2013)

Una vez que tengas tu inscripción reservada, empieza a moverte para encontrar vuelos y hotel para conseguir la mejor combinación. Si nunca has estado en alguna de las grandes capitales mundiales, llega con unos cuantos días de antelación para recorrer con tranquilidad la ciudad y empaparte del espíritu de la misma: no puedes ir a Berlín o Tokio y no disfrutar de la ciudad solamente porque vas a correr la maratón.

Recuerda que no todas las grandes maratones pasan por los monumentos destacados de la ciudad (y si lo hacen, no creo que vayas a parar para admirarlos si vas a buen ritmo). En tanto al alojamiento, procura no alejarte en la medida de lo posible de la zona de salida y llegada: probablemente ese hotel en las afueras de Chicago sea un chollo pero desplazarte al centro a primera hora de la mañana en domingo es igual de complicado que hacerlo en Madrid o Barcelona.

Obviamente, cada corredor tiene sus preferencias: puede que lo que a otro le haya funcionado no sea lo mejor para ti. Busca en foros especializados o webs relacionadas las opiniones de otros aficionados desplazados que sabrán orientarte en tu búsqueda.

También hay literatura en torno a cómo estar en una de las más conocidas: si quieres escuchar a Sinatra al cruzar el Puente de Verrazano, te espera en tu librería amiga “Maratón de Nueva York: Guía para el Corredor”, en el que el periodista Rafa Vega (con siete medallas de la “major” neoyorquina en su cuello) te explica los pormenores de la prueba.