Llegas a casa después de un día duro de trabajo y, si eres un amante del running, te cambias y te vas a correr. Normalmente, el tiempo lo determinan tus obligaciones posteriores o lo cansado que estés pero ahora, gracias a este estudio, ya no te sentirás mal por haber salido solamente un ratito de marcha.

El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Humboldt y la Universidad de Colorado, quienes se centraron, sobre todo, en las personas mayores de 65 años.

La conclusión principal que sacaron del estudio es que aquellos que preferían correr para mantenerse en forma eran menos propensos a experimentar un declive físico y, a esas edades, cualquier prórroga es más que bienvenida.

Además, no tenían por qué correr largas tiradas o hacerse maratones con esas edades, algo solo reservado para unos pocos elegidos. El estudio determinó que, con correr tan solo 30 minutos al día durante tres días a la semana era suficiente.

Todo ello basándose en uno de los conceptos más importantes en el mundo del rendimiento deportivo: el coste metabólico o, lo que es lo mismo, la cantidad de energía que necesitamos para movernos. En la investigación, los expertos determinaron que aquellos que corrían tenían un coste metabólico inferior a los que salían a andar simplemente.

Además, el resultado fue que los que corrían tenían un coste metabólico similar al de una persona de 20 años. ¿Estaremos, pues, presenciando la historia de 'El extraño caso de Benjamin Button' con personas mayores a la altura de jovenzuelos?

El truco está, según los científicos que realizaron el estudio, en las mitocondrias de las células, puesto que las personas que corren las tienen más sanas que los que no.

Y, más preguntas sin respuesta: ¿si corremos 90 minutos por semana habremos encontrado el secreto de la juventud? Bueno, seguramente no, pero nos permitirá estar sanos, desestresados y en plena forma así que… ¡A correr!