Allí a lo lejos ves venir con una buena zancada y un gran estilo a un runner. En cuanto se acerca un poco más puedes distinguir qué tipo de corredor es, no es por la ropa que viste, ni por las zapatillas que calza o el ritmo que lleva, no, lo sabes por la manera en que suda. Aquí tenéis algunos de los prototipos de runners que existen.

El quiero y no puedo: Estos runners también son conocidos como "quiero sudar por encima de mis posibilidades". Se reconocen fácilmente y a simple vista: tres, cuatro e incluso cinco capas de ropa aunque estén corriendo un 4 de agosto a las seis de la tarde por Sevilla.

En esta categoría existe un subgrupo que van más allá de todo orden lógico establecido, son aquellos que se envuelven en plástico como si fueran simples lonchas de chóped o mortadela con aceitunas.

El runner sobaquero: Como su propio nombre indica son esos corredores cuyas axilas destilan litros y litros de sudor dejando unos más que vistosos rodales en sus camisetas.Si te encuentras con uno de estos runners es más que seguro que se te venga a la memoria la imagen de José Antonio Camacho en el Mundial de Fútbol de Corea 2002.

'One pack' runner: Si en el mundo existen muchos deportistas que marcan el 'six pack' en sus tersos vientres, en el universo runner tenemos a los que lucen una maravillosa a la par que incomprendida barriguita.

Se conoce con el término anglosajón de 'one pack', es el abdominal único o del poder (de poder comer todo lo que se te ponga por delante). No hay nada que sea más hermoso que una camiseta ceñida, casi a punto de explotar con una marca de humedad en un abdomen redondeado.

A ese precioso regalo para los ojos habría que sumarle la maravillosa experiencia de hacer chapotear tus dedos en el lago salado que se forma en el ombligo debido a la acumulación del líquido elemento expulsado por nuestros poros.

El sudador desmesurado: Sin duda estos son los runners que más litros de sudor expulsan por centímetro cuadrado de piel. Si llevaran una mini planta desaladora incorporada podrían acabar con la falta de agua potable en el África Sahariana.

Distinguirles es muy fácil a simple vista por dos rasgos fundamentales, el primero es que parecen recién salidos de una competición de Miss o Míster camiseta mojada y la segunda es esa costra de sal que se les forma en el rostro.

Podrían confundirse con una lubina a la espalda o una dorada a la sal, es más, si pasáis la lengua por su cara, tanto su textura como su sabor son idénticos a estas dos exquisiteces.

El asesino invisible: Antes de nada os queremos advertir, mucho cuidado con este tipo de runner. A simple vista parece inofensivo pero es letal, mortal de necesidad, tiene más peligro de Falete en un buffet libre.

Sólo una fina capa de sudor perla su frente y ni una sola marca de humedad se distingue en su vestimenta, pero amigos, no es oro todo lo que reluce. Si te acercas a saludarle o intenta darte un abrazo, tus papilas olfativas se verán colapsadas por el "aroma" expelido por sus 'alerones', los ojos te empezarán a llorar y boquearás como un pez fuera del agua buscando aire fresco que llevarte a tus pulmones. Lo dicho, ¡andaos con ojo!

Un último apunte antes de despedirme. Si al acabar de correr os cruzáis con alguien vestido de corredor sin una sola señal de sudor, no dudéis, ese no es runner ni ‘ná’. Los runners sudamos siempre, de una manera u otra y además, olemos… normalmente a ‘choto’. Así que no aceptéis imitaciones.