El próximo domingo 22 de abril se celebra la tradicional carrera Mapoma (ahora llamada EPS Rock n’ [[LINK:EXTERNO|||http://www.runrocknroll.com/madrid/|||Roll Marathon & Madrid]]), donde se espera la participación de más de 35.500 corredores.

En los últimos años, con el auge del running y la participación mayor de deportistas en maratones, cada vez son más frecuentes los casos infartos y paradas entre población de mediana edad y con hábitos de vida saludables que se colocan el dorsal.

Por pura estadística, es posible que los servicios de emergencias tengan que atender el próximo fin de semana algún caso relacionado con insuficiencia cardiovascular en la próxima Maratón Popular de Madrid y esto es lo que podemos hacer para evitarlo.

“Actualmente no sabemos la incidencia real sobre los infartos y la muerte súbita en España que tienen como causa la práctica deportiva o más concretamente las carreras, el running. No existe un registro así tampoco en la Unión Europea. Lo más cercano es un informe muy completo de Dinamarca en 2015, que estudió post mortem las causas del fallecimiento en su población y ahí sí determinó cuántos casos se produjeron mientras se practicaba algún deporte La incidencia era alta: seis muertes por millón de habitantes y año”, explica la doctora Araceli Boraíta, miembro del Grupo de Cardiología del Deporte de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

 

Riesgo miocárdico e infartos en la carrera

Explica la cardióloga que los hombres tienen una preocupante incidencia de 20 a 1 frente a las mujeres, un 95% de los accidentes cardiovasculares se dan entre deportistas de mediana edad -en torno a 45 años- y el 90% de los casos practicaba deporte o corría de forma recreativa, no profesional. Precisamente, los estudios publicados hasta ahora sobre este tipo de accidentes cardiovasculares en carreras coinciden en señalar el último cuartil de la maratón como crítico.

Son corredores que se desploman a pocos metros de la línea de meta. “La línea roja está en el kilómetro 35, que es cuando de verdad ya no puedes más, el corazón ya va sobrepasado pero te dices a ti mismo que “solo quedan siete kilómetros, que cómo lo vas a dejar”. En todas las carreras se suele dar el fenómeno de que los infartos, las arritmias, las isquemias, las paradas cardiovasculares se suelen dar en los últimos 100 metros, porque su corazón no puede más”, afirma la doctora.

“Cuando corres una maratón, el deportista que llega en menos de tres horas tiene menos riesgo miocárdico que el que llega en cinco. ¿Por qué? Porque el que llega en cinco estaba peor preparado y está haciendo un esfuerzo ímprobo, compite contra el reloj y contra sí mismo. Si intentan bajar su tiempo, bajar de esas cinco horas, están sometiendo a un esfuerzo sobrehumano a todo su aparato cardiovascular. Y esto te lleva a que puedes sufrir accidentes, a pesar de ser jóvenes sanos”, señala Boraíta.

Y lanza la pregunta: “¿Realmente está preparados los corredores que acuden a las carreras populares? No me refiero preparados para correr, que eso se da por supuesto, sino a un control médico deportivo, que no es obligatorio pero sí aconsejable, para descartar cardiopatías previas”.

En su opinión, no basta con realizarse una ITV completa y pruebas de esfuerzo. La experta advierte que el reconocimiento médico deportivo debería incluir pruebas para determinar la salud del aparato cardiovascular, los factores de riesgo, antecedentes familiares y posibles patologías escondidas como una miocardiopatía o una canalopatía, que en el día a día no dan la cara ni muestran síntomas… pero cuando se somete al corazón a un sobresfuerzo pueden ser fatales.