La epidermis, la dermis y los líquidos linfáticos. Estos tres elementos son los protagonistas de una de las molestias más comunes que existen tanto en el mundo deportivo fuera de él, la creación de las ampollas.

Las ampollas son protuberancias de la piel mayores de 5 milímetros y que aparecen cuando el cuerpo humano se tiene que defender de alguna agresión externa, como las siguientes:

1.- Jamás estrenes zapatillas en una carrera o entrenamiento. Las ampollas nacen por rozamiento de la piel con otra superficie a la que no está acostumbrada: por ejemplo, si estrenas unas zapatillas para correr y sales a hacer unos kilómetros con ellas sin antes haberlas dado un poco de sí en casa de forma tranquila.

Si sales a correr, procura hacerlo con unas zapatillas usadas y que ya estén amoldadas a tu pie. Tanto si te quedan muy ajustadas como si están muy holgadas, será un problema.  Busca el equilibrio.

También puede ocurrir que los calcetines que usas tengan alguna costura o alguna arruga que te vaya rozando durante todo el camino y, al final, ‘levante ampolla’.

2.- No descuides tu higiene.- Son derivadas de alguna enfermedad: por ejemplo, si tus ampollas son de agua y te aparecen muy habitualmente, puede que tengas hiperhidrosis, es decir, una sudoración excesiva.  En este caso, lo más recomendable es que acudas a tu especialista.

3.- Nunca corras sin proteger tus pies.- Si vas a hacer largas salidas, recubre tus pies de vaselina neutra, ponte unos calcetines de hilo de algodón y después otros un poco más gordos. Ajústalos bien.

4.- No olvides también revisar tus calcetines.- Porque si están muy usados pueden tener más arrugas de lo normal y provocar la aparición de ampollas.

5.- Utiliza antitranspirantes aproximadamente desde una semana antes de la prueba que vayas a hacer si notas que los pies te sudan excesivamente.

No obstante, si ya es demasiado tarde y las ampollas te han atacado, lo mejor que puedes hacer es tener paciencia.

No está recomendado pincharla y sacar el líquido (recuerda que te está protegiendo); pero, si así lo deseas, existe el típico truco de, con una aguja, pasar un hilo por dentro de la ampolla y dejarlo dentro de la misma con una pequeña parte fuera de la misma para, cuando se seque, poder tirar de él.

Y, por último, no olvides que la higiene es una parte básica después de hacer deporte para que la ampolla se vaya más rápido, por lo que mantén la zona limpia y seca lo máximo que puedas.