Te apuntaste al gimnasio y lo primero que hiciste fue ir directo a la cinta de correr. Es lo que hemos visto siempre por la tele y con lo que creemos que quemaremos más calorías. Pero, amigo, amiga, pronto te diste cuenta de que estar corriendo sobre una cinta de correr es bastante más aburrido de lo que pensabas ¿verdad?

Correr sobre una cinta no es lo mismo que salir a correr por el campo, por la ciudad mientras tragas el dióxido de carbono de los coches a tu alrededor o por el paseo marítimo con la brisa que te alegra el día. No. Correr es cinta es aburrido, pero te vamos a dar la solución a ese problema.

1.-  Mírate: habitualmente, las máquinas de correr en los gimnasios están ubicadas frente a una pared con espejo. De hecho ¿hay algo que no esté ubicado frente a un espejo en los gimnasios? Este elemento puede ser tu salvador si lo que te gusta es mirar cómo tus músculos se van moviendo con cada zancada y cómo por tus poros empieza a sudar y a quemar ese michelín de más.  Es la visión narcisista del correr, pero tan válida como tantas otras.

2.- Mira la televisión: en casi todos los gimnasios conocen bien que la gente se aburre haciendo deporte y, quizás por ello, en su momento decidieron poner televisiones. Se agradece cuando, además de haber varios monitores, estos están puestos en distintos canales. Habitualmente están en silencio, para no interferir con la música del gimnasio, pero puedes leer (si tienes suerte) los subtítulos de la programación. En caso de que sea un informativo, los subtítulos no son muy allá, así que mejor que bajes la vista y vuelvas al punto 1.

Cinta de correr

3.- Juega con la máquina: algunas versiones de las máquinas más avanzadas incluyen toda una interfaz con multitud de posibilidades para entretenerte: desde ver tu propia programación en la televisión hasta juegos del tipo "solitario", "buscaminas", "la serpiente", y un largo etcétera. Si eres capaz de mantener la calma para jugar mientras estás corriendo será todo un reto de coordinación física y mental.

4.- Habla/ escribe por teléfono: es por todos conocido que mucha de la gente que está en el gimnasio ocupa el 80% de su tiempo en él a subir fotos a Instagram, Facebook, Twitter, chatear por Whatsapp, Snapchat, Telegram… ¿Por qué no unirte a ellos? Otra opción es ponerte  a hablar por teléfono mientras tu corazón está a 160 o más pulsaciones. Si lo de jugar y correr era sobresaliente, esto es de matrícula de honor.

5.- Ensimísmate: para no aburrirte, deja que tu mente se desligue de tus músculos y se vaya a dar una vuelta. Siempre funciona. Si no piensas en lo que estás haciendo, no lo sufrirás ni te aburrirás. Por eso, piensa en las tareas domésticas que tienes que hacer cuando llegues a casa, en tus próximos exámenes, reuniones con el jefe, el lugar paradisiaco donde te gustaría estar de vacaciones, tu próximo artículo…