Si estás cansado, estresado, alterado y hacer ejercicio no te calma, necesitas algo más. La solución puede ser la meditación, una práctica ancestral con beneficios para la salud probados científicamente. Tan sólo unos minutos al día pueden servirte para desconectar de los problemas y de la dispersión, y para equilibrar tu cuerpo y tu mente.

Como explica John Curtin, experto en meditación, "cuando meditas sabes quién eres, dónde estás, cuál es tu relación con el entorno y el miedo desaparece". "Pruebas realizadas con resonancias magnéticas funcionales de personas meditando han demostrado cómo la meditación reestructura tu cerebro, creando nuevas estructuras neuronales beneficiosas", dice. Por todos sus beneficios, cada vez son más los adeptos a la meditación en todo el mundo, una práctica que incluso se está introduciendo en los colegios, hospitales y hasta prisiones de EE.UU.

No hay que sentir nada raro

La meditación aún produce cierto rechazo en algunas personas porque la asocian con prácticas raras o demasiado complicadas. Nada más lejos de la realidad. Existen muchas formas de meditar: desde sentarse en un sitio tranquilo y cerrar los ojos, hasta dejar que los pensamientos fluyan mientras caminamos, nadamos o corremos. Meditar puede ser cualquier práctica que nos permita conectar cuerpo, mente y entorno.

Beneficios para todo el mundo

Desde niños a personas mayores, ejecutivos o deportistas, no hay nadie a quien no le beneficie meditar y no existe ningún requisito para hacerlo. Aquí tienes el efecto que te producirá desde las primeras sesiones. Y son sólo algunos de sus beneficios:

1.- Meditar contrarresta los mecanismos asociados al estrés, te ayuda a gestionarlo mejor  y disminuye la ansiedad.

2.- Potencia las emociones positivas, lo que tiene una repercusión beneficiosa sobre el sistema inmune

3.- Ayuda a aliviar los síntomas y a tratar la depresión

4.- Mejora las capacidades cognitivas y aumenta la concentración

5.- Reduce la presión arterial y protege contra las enfermedades coronarias

6.- Ayuda a controlar las emociones que nos superan y nos agobian

7.- Nos aporta paz interior, calma y sensación de bienestar

Cómo empezar

Existen diferentes técnicas de meditación, aquí te contamos las más sencillas:

1.- Siéntate en un lugar tranquilo, sin ruido y bien ventilado. Puede ser con las piernas cruzadas en el suelo y la espalda recta, con la espalda apoyada en una pared o en una silla.

2.- Cierra los ojos, relaja tu cara tu cara y deja que tus pensamientos fluyan. No intentes dejar la mente en blanco, simplemente, obsérvate desde fuera.

3.- Puedes reposar las manos en el regazo, sobre las rodillas o unir índice y pulgar en un “mudra”, una posición de dedos que te ayuda a concentrarte.

4.- Respira por la nariz y siente cómo el aire entra y sale de tu cuerpo. Una técnica sencilla es contar las respiraciones: inhala-exhala 1, inhala-exhala 2… y volver a empezar hasta llegar a 10.

5.- Otra técnica puede ser mirar fijamente una vela encendida u otro objeto colocado a la altura de tus ojos. Los mantras, palabras o frases repetidas mentalmente, como la palabra "om", también ayudan a meditar.

6.- Comienza proponiéndote una meta sencilla: simplemente estar sentado 5 minutos en silencio y con los ojos cerrados. Ve aumentando el tiempo cada día y procura hacerlo siempre a la misma hora, creando una rutina. Cuando te sientas incómodo, para y déjalo.

7.- Otra opción para iniciarte en esta técnica es asistir a algún taller específico, seguir un CD de meditación guiada o comprar algún libro que te inspire.