Llevamos décadas estando equivocados en lo que se refiere a la pérdida de peso. Pensamos que adelgazar solo es pesarnos y que el número que indica la báscula sea menor que la semana o mes anterior. Pero no es así. Puedes estar tranquilo, porque aunque te esfuerces mucho y la báscula indique todo lo contrario, hay muchos indicadores que te muestran que sí estás adelgazando.

La ropa lo nota

Los pantalones se te van cayendo por el camino, la ropa que guardabas para cuando volvieras a estar delgado te sirve e incluso has bajado alguna talla. Quizás la báscula no lo note pero eso no quiere decir que tu cuerpo no esté cambiando.

Estás lleno de energía y te sientes más fuerte

Eres capaz de hacer cosas que antes no conseguías ni por asomo. Por ejemplo, sales a correr y tienes más resistencia, puedes levantar más peso... Esto es un indicador de que estás adelgazando correctamente, ya que tus músculos están ganando fuerza con el entrenamiento. Este es el motivo por el que no bajas de peso aunque hayas adelgazado: tus músculos son más fuertes y, por tanto, pesan más. El peso que has perdido de grasa, lo has ganado de músculo y eso está genial.

Te ves diferente en las fotos

Puede parecer una tontería pero no lo es en absoluto. Después de algún tiempo de dietas y entrenamiento continuo, si ves fotos de antes de que empezaras, es posible que notes cambios en tu rostro y en tu cuerpo. Una cara más fina y un cuerpo más saludable y tonificado son los resultas de todo tu esfuerzo, aunque tú, de primeras, no te des cuenta.

Muchas personas se hacen fotos cada mes o cada pocas semanas con el objetivo de documentar su progreso. Así, te mantienes motivado durante todo tu entrenamiento, sabiendo que lo estás haciendo bien y que hay objetivos visibles.

Tus nuevos favs son las comidas sanas

Has cambiado el Burger por las ensaladas. Debes admitir que lo que antes era tu dieta, ahora se ha convertido en tu comida diaria. Y eso te sienta bien y tú te sientes mejor aún incluyendo en tu alimentación un poco de todo. No es bajar de peso, es cambiar tu forma de vida.

Eres más feliz y te sientes muy bien contigo mismo

Si te mantienes en forma, haces deporte regularmente y además te alimentas de forma saludable, es muy probable que te sientas genial. Hacer deporte libera endorfinas, unas pequeñas cadenas proteicas que aumentan el buen humor y el bienestar.

¿Qué más necesitas para aceptar que la báscula no tiene razón?