Si estás harto de hacer sudokus y crucigramas para “entrenar” tu cerebro, tal vez te convenga dejar de lado el lápiz de lado y lanzarte a hacer ejercicio. El último estudio en este sentido ha sido realizado por el Instituto Beckman de la Universidad de Illinois (Estados Unidos).

Según éste, aquellas personas que están más en forma tienen un mayor volumen cerebral y una materia blanca en mejores condiciones que las personas que no hacen ejercicio. ¿Esto qué supone?

Un mayor volumen cerebral se traduce en un mayor número de neuronas, más circuitos neuronales y mayor potencial. Por otro lado, la materia blanca, según recientes investigaciones, interviene tanto en el aprendizaje como en el desarrollo de enfermedades mentales.

Para llevar a cabo el estudio, los científicos tomaron una muestra de 100 personas de entre 60 y 80 años y llegaron a la conclusión de que aquellos adultos que practicaban una actividad física de moderada a vigorosa con regularidad registraban mayor actividad cerebral incluso cuando estaban en reposo.

Éste no es el único trabajo que se ha hecho en este sentido. Otros estudios, como el que se publicó el pasado noviembre en Acta Psychologica recogían otro tipo de beneficios del deporte sobre nuestra mente, como el hecho de que mejoraba la memoria episódica –aquella que nos permite recordar sucesos autobiográficos- hasta un 10% en adultos.

Dime qué quieres mejorar y te diré qué deporte practicar

Hay investigaciones que van incluso más allá. En un artículo publicado por la revista New Scientist y titulado “Why choosing the right workout could fine-tune your brain" ("Por qué escoger el ejercicio ideal podría tonificar tu cerebro") se hacía una relación de qué ejercicios eran más adecuados para mejorar un aspecto u otro de nuestro cerebro.

Así, por ejemplo, levantar pesas y caminar, según la doctora Teresa Liu-Ambrose de la Universidad British Columbia de Vancouver, Canadá,  ayuda a disminuir los niveles de homocisteína, una molécula inflamatoria que aumenta en los cerebros de los adultos mayores con demencia.

Para llegar a esta conclusión la doctora estudió a 86 mujeres con demencia y las dividió en tres grupos: en uno de ellos, las participantes debían levantar pesas dos veces a la semana durante una hora; en el otro, las integrantes caminaban 60 minutos, dos veces a la semana, a un ritmo tan rápido que el hecho de hablar representaba un esfuerzo. El  tercer grupo sólo se dedicó a estirarse por una hora.

Según Liu-Ambrose, tras seis meses, el primer y segundo grupo mejoraron su memoria espacial, mientras que en el tercero no se apreció ningún cambio significativo.

Además, aquellas mujeres que levantaron pesas mejoraron su función ejecutiva, mientras que las que caminaron vigorosamente mejoraron en su habilidad verbal.

Por su parte, los investigadores Tracy y Ross Alloway, de la Universidad del Norte de Florida, llegaron a la conclusión en un estudio que dedicar dos horas a una actividad física como las que practicábamos de niños (correr, trepar…) tenía efectos positivos sobre nuestra memoria de trabajo, que es la encargada de guardar la información, ignorando lo que es irrelevante y manteniendo aquello que es importante.

Asimismo, estos investigadores también señalaron que ejercicios como el surf o el skate, para los que es necesario pensar y balancearse también son muy positivos para nuestro cerebro ya que estimulan la priopercepción, es decir, la conciencia que tenemos de dónde están situadas las partes de nuestro cuerpo.

Ahora bien, si lo que buscas es mejorar tu creatividad, entonces, pon música y ¡a bailar! Según comprobó en una investigación el psicólogo Peter Lovatt, de la Universidad de Hertfordshire, en el Reino Unido, tras una sesión de baile improvisado, los participantes dan respuestas más creativas a los problemas que si la sesión es estructurada o no hay nada de baile.

Por último, si lo que te interesa es mejorar tu capacidad de respuesta y hacerte más resolutivo, tu deporte puede ser la esgrima. Según un estudio publicado en 2012 por la Universidad de los estudios de Roma "Foro Itálico”, deportes como el esgrima, que obligan a tomar decisiones de manera rápida, mejoran tanto en jóvenes como en adultos la función cognitiva.

Este hecho puede contrarrestar los efectos relacionados con el paso de los años, como problemas de aprendizaje, de la memoria y tiempos de reacción.

¡Vamos! ¿A qué esperar para ejercitar tu cerebro?