1.- Keep calm: ¡Que no cunda el pánico! Pasada la época de homenajes culinarios, la vida cotidiana nos devuelve a todos en nuestro lugar. A nuestra dieta habitual que, aprovechando los buenos propósitos de principio de año, podría empezar a ser un poco más sana. Sin tanto sándwich de la máquina. Con más tupper al Mediterranean way.

2.- Se realista: Los Ángeles de Victoria´s Secret y el macizo de Invictus juegan en otra Liga que no es la nuestra, la del común de los mortales. Ponte metas realistas para sentirte lo mejor que puedas en tu piel, que no está nada mal.

3.- Salud, ante todo: La meta principal no debería ser marcar abdomen o elevar el glúteo. El resorte que debería hacer levantar del sillón para adoptar otro estilo de vida es la SALUD. Vivir más y mejor. Ese es el lema.

4.- Tiempo de estrenar: Ya que la Navidad nos ha llenado la casa de zapatillas y ropa de deporte… ¿por qué no usarla? No dejes que tus buenos propósitos para el nuevo año se queden en el fondo del armario junto a la ropa técnica y esas zapas de nueva generación que tanto le han costado a tu pareja.

5.- ¡Rétate!: Ponte a prueba. Busca un reto -deportivo, físico…-  Y lánzate de cabeza a por él. Demuestra que tienes voluntad. Que eres fuerte. ¡Que no se diga!

6.- Ángel de la Guarda: Si te falla la voluntad, busca apoyo. Piensa en ese amigo deportista que siempre te invita a que unas a sus entrenamientos y dile que SÍ. Deja que tire de ti. Que te ‘obligue’ a moverte cuando la pereza te paralice. En menos tiempo del que te crees, serás tú el que tires de otros.

7.- Encuentra tu hueco: Déjate de excusas. Todos andamos a 1.000 cosas a la vez pero siempre hay tiempo. Sólo hay que buscarlo. Aprovecha el paréntesis del almuerzo para entrenar con tus compañeros. Volverás a la tarea de buen rollo y con las pilas bien cargadas.

8.- Di no a los milagros: Huye de las dietas de moda de las celebrities, de las pócimas… De los ungüentos. De los remedios rápidos, fáciles… ¡Cúrratelo! Descubre el placer de conseguir una meta con ESFUERZO. ¡Mola!

9.- Entrena en casa: Para ponerte en forma no necesitas mucho. Ni siquiera apuntarte a un gimnasio. Prueba a entrar en tu casa. Sólo el espacio suficiente para colocar una colchoneta. Con unas mancuernas, unas gomas, lastres y un fitball podrás realizar entrenamientos caseros sencillos, rápidos y eficaces. ¡Bucea en internet!

10.- Observa tus progresos: hazte una fotografía en bañador ante el espejo y guárdala. Comienza tus entrenamientos e inmortaliza con imágenes tu evolución. Será tu mejor aliciente para no abandonar.