Te lamentas de la flacidez de tus carnes, del lamentable estado de forma física en el que te encuentras. '¡Si hubiera algo que pudiera hacer para sentir mejor, pero que no me costara demasiado!', exclamas. Y das en el clavo.

Porque soy de las que piensan que no hay personas vagas –al menos no tanto que lo que ellas se creen- si no personas que no han encontrado la actividad física que les motive o la fuerza interior que les empuje a practicarla.

Gente que no encuentra en su cerebro el botón que han de pulsar para cambiar el chip e inaugurar un nuevo estilo de vida más saludable. Si te identificas con ese colectivo no te lamentes, ni te escondas. Simplemente intenta buscar tu camino con este simple manual de 10 puntos.

 

1.- Tómatelo como un asunto de superación personal. Márcate un reto y ve a por él. ¡Cree en ti!

2.- Apúntate a actividades lo más lúdicas posibles: baile, patinaje, pádel, clases colectivas…

3.- Mejor en grupo que en solitario. Siempre habrá alguien que tire de ti los días que te flaquee la voluntad. Y te resultará más difícil rajarte, ya que no querrás ser etiquetada como una ‘malqueda’.

4.- Comienza por actividades suaves. Apúntate a Pilates. O a Yoga. O a esa nueva fusión llamada Ballet-Pilates. Te ejercitarás intensamente sin apenas sudar. Sin movimientos abruptos, ni esfuerzos extenuantes.

5.- Descubre el ‘Smart Walking’. Cálzate tus ‘zapas’, elige un buen repertorio musical y lánzate a caminar por la ciudad con la espalda erguida y los glúteos apretados. Ve cambiando de ritmo para el trabajo sea más intenso.

6.- Si quieres algo rápido pero altamente eficaz, prueba la electroestimulación. En apenas media hora trabajarás todo tu cuerpo a una intensidad máxima sin moverte del sitio.

7.- Busca una tabla de ejercicios sencilla pero completa que puedas realizar en tu casa, cuando puedas. Te asombrará ver cómo apenas 20 minutos diarios pueden cambiar tu cuerpo.

8.- Iníciate en la técnica hipopresiva. Lograrás esculpir el abdomen y reforzar el suelo pélvico sin moverte del sitio en sesiones de apenas 10 minutos.

9.- Haz senderismo con tu familia. Busca rutas sencillas y huye de la ciudad. Respira.

10.- Empieza a correr sin agobios, sin reloj, con tu música favorita y por el lugar que más te guste. 10 minutos, 20… Ve subiendo poco a poco y apúntate a una carrera popular. ¡El subidón que experimentarás al terminarla será espectacular!