No hay lesión buena, cierto, pero las hay consideradas comúnmente menores a las que no damos importancia... una dejadez que puede desembocar en un verdadero problema. Las de muñeca son una de ellas; sin embargo, no tratarlas a tiempo puede convertirlas en crónicas o producir deformación.

"Las lesiones tendinosas son muy frecuentes entre los deportistas, concretamente la muñeca se ve afectada por las gimnastas y todos aquellos deportes que incluyan una sobrecarga de la articulación", asegura la doctora Karin Freitag, reumatóloga y presidenta de SETOC, quien incide en que es de suma importancia reconocerlas y tratarlas de forma temprana para que no haya degeneración fibrosa del tendón por mala reparación del mismo.

Son lesiones similares a las que pueden producirse con el uso reiterado del ratón del ordenador, forzar las articulaciones nos lleva a sufrir tendinitis o sobrecargas musculares.

Las lesiones de tendones mal curadas pueden apartarnos definitivamente de nuestro deporte favorito o estar de baja en el trabajo más de lo deseado.

Y sí, los deportistas están más expuestos de lo habitual. La muñeca tiene ocho pequeños huesos que forman una especie de túnel por el que pasan tendones y un nervio y que además está recubierto por ligamentos susceptibles de lesión en caso de caídas o golpes.

"El síndrome del túnel del carpo es muy frecuente en deportes que exigen para su ejecución una flexión mantenida de muñeca y deportes como el tenis y el golf tienen un impacto mayor en tendones del antebrazo extensores y flexores que se hacen con fuerza y de forma repetitiva", explica la doctora Freitag apuntando a que, en cambio, la tendinopatía de D'Quervain afecta al primer compartimento del pulgar y se produce al inflamarse el tendón.

Sin embargo también puede haber fracturas, como las del hueso escafoides que suele producirse al caer con la mano extendida y flexionando la muñeca hacia atrás.

En cualquiera de los casos es esencial reconocer cuanto antes el problema: una hinchazón o dificultad en los movimientos darán la señal de alarma.

Tras los primeros síntomas serán los especialistas quienes se encarguen de tratar o descartar lesiones, pues como explica la traumatóloga es necesario usar los medios técnicos a nuestro alcance pues "tenemos un arma diagnóstica rápida y eficaz que es la ecografía musculoesquelético que nos permite realizar exploraciones dinámicas y medir la vascularización de los tendones, importantísimo a la hora de poder recuperar".

No hay tiempo que perder y el protocolo se pone en marcha tras un diagnóstico certero, la doctora Karin Freitag aconseja los pasos a seguir.

"En fase inicial, la inmovilización es primordial, dejar el tendón en reposo por lo menos 7-10 días, y luego dependiendo de la severidad, iniciar como opciones la fisioterapia si la lesión es leve, infiltraciones de PRP si ya hay desestructuración fibrilar del tendón y ondas de choque que tienen un porcentaje de éxito en tendones rondando el 80-85% y que es una técnica fácil de aplicar y no exige reposo absoluto al deportista pudiendo mantener un entrenamiento de menor intensidad", comenta.

La doctora apuesta por la medicina regenerativa. Habrá casos, como los de las tendinitis crónicas en los que es posible que haya que recurrir a la cirugía.

Sin embargo es mejor prevenir: se aconseja el uso de muñequeras que sujeten y protejan la muñeca, calentarla antes del ejercicio, aplicar hielo después en caso de molestias y, sobre todo, trabajarla día a día, es importante entrenarla y aumentar la fuerza y flexibilidad con una pelota de tenis presionándola en varias repeticiones, por ejemplo. Consejos sencillos para unas muñecas sanas por muchos años.