Si hay algo que cambia en el ser humano son los gustos y las modas. Igual que, en su momento, se pusieron de moda los metrosexuales para después dar paso a los ubersexuales, ahora, según este estudio, los hombres con barriga podrían vivir su propia época dorada.

Esto, sin duda, pone en entredicho la creencia popular de que un hombre musculado  triunfaría más entre las mujeres y supone un gran alivio para muchos que, según se miran los pies, ven una curva de la felicidad perfectamente definida antes de que la vista alcance las extremidades inferiores.

El motivo principal que alegan estas mujeres encuestadas tiene que ver con la autoestima, y es que, al mantener una relación con un hombre perfectamente tonificado, tienen miedo a no estar en forma, perdiendo así un punto de seguridad que sí que tienen, por ejemplo, con un hombre con barriguita.

Otra de las conclusiones de la investigación de Tracey Cox está relacionada con la atención y el cuidado que prestan los hombres con menos abdominales en su haber, que es mayor que la que otorgan los más musculados a sus parejas.

También este estudio ha desvelado que el 74% de las mujeres encuestadas se siente menos seguras al quitarse la ropa si están delante de un hombre fortachón que si no lo están. La flacidez de su pareja les resulta menos amenazante para su seguridad y su autoestima, concluye la investigación.

Estos datos se confirman con otro estudio encargado por la empresa de yogures Oykos sobre la misma temática. Volvieron a entrevistar a mujeres británicas y los resultados fueron muy similares a los de Tracey Cox, pero con un matiz importante: las mujeres que tienen una pareja estable prefieren que esta tenga un poco de grasa abdominal, mientras que prefieren a los hombres más de gimnasio para relaciones puntuales o esporádicas.