Y es que nadie tiene el elixir de la eterna juventud, y tampoco el de la eterna forma tersa de los glúteos. A medida que van pasando los años, estos van evolucionando junto con el resto de tu cuerpo, y pueden llegar a decir mucho de ti.
Según los resultados de este estudio, la forma de los glúteos puede hacer ver a un profesional si estás falta de nutrientes, si puedes padecer alguna enfermedad cardiaca o si tienes el colesterol por las nubes.
Aparte de este “chivato” natural, esta sería una evolución de tus glúteos a lo largo de tu vida
1.- Década de los 20 años: recién salida de la adolescencia, lo más probable es que las hormonas te hayan ayudado a mantener unos glúteos firmes y tersos. No obstante, no descuides el ejercicio físico porque, a partir de ahí, si no haces deporte, todo puede ir a per.
2.- Década de los 30 años: si has hecho ejercicio durante los 20, lo mejor es que lo mantengas aunque, probablemente, incorporada en la vida profesional, tengas menos tiempo. En caso contrario, cuidado con la flacidez, puesto que empieza a aparecer en estos años.
3.- Década de los 40 años: habrá más grasa acumulada en la zona de la cadera y tus glúteos, antes firmes, ya no lo estarán tantos. Además, notarás que el trasero está más plano y que, sin embargo, te sientes más pesada.
4.- Década de los 50 años: es en estas edades, finales de los 40, principios de los 50, cuando suele aparecer la menopausia. Los niveles de estrógenos caen y los glúteos pierden masa muscular. Además, es muy habitual que empiece a aparecer también grasa abdominal.
5.- Década de los 60 años: si logras tener un trasero firme estarás, además, ayudando a tu espalda y a tu cadera a mantenerse libre de lesiones y dolores, por lo que ya no será solo una cuestión de estética, sino también de salud. Si tienes que hacer algún deporte, mejor que sea la natación, que es lo más completo y lo menos lesivo.