Si hacer una dieta puede ser una misión complicada en verano para muchos se convierte en imposible.

Las siestas, los paseos al chiringuito y las horas en las hamacas pueden arruinar el más sano de los menús, un problema que crece si lo unimos a que la inactividad produce un aumento del hambre, como confirma un estudio de la Universidad de Massachusetts. Y es que el hambre no es solo una cuestión de estómago.

"El hambre depende de un mecanismo de regulación neuroendocrino complejo en el que están implicados el cerebro, el estómago y la grasa corporal entre otros”, explica la Dra. María Julia López Andrés, Directora del Instituto Europeo de Estética Avanzada.

En ese mecanismo están implicadas diferentes hormonas como la leptina, llamada la ‘hormona de la saciedad’ que controla el hambre a nivel del cerebro y otra muy importante es la grelina, segregada en el estómago cuando éste se queda vacío, enviando una señal al cerebro que provoca la necesidad de ingerir alimento.

A pesar de lo complicado que puede resultar controlar voluntariamente el proceso hormonal, sí que existen fórmulas externas para inhibir el hambre o simplemente las ganas de comer.

Ingerir alimentos no siempre está relacionado con el hambre real, pues "cuando comemos alimentos con alto índice glucémico, hay una gran carga de glucosa proveniente de los carbohidratos, la insulina actúa rápidamente bajando la glucosa y poco tiempo después el cuerpo tiene sensación de hambre... otro factor implicado en esa sensación es el vaciamiento gástrico, que se ve aumentado cuando se comen alimentos de alto valor calórico", puntualiza la especialista.

Para cualquiera de los dos casos hay un tratamiento basado en la estimulación del dermatoma T6, que consigue en un porcentaje muy alto la inhibición del hambre, evitando así que comamos más de lo necesario y manteniendo a raya las ganas de comer y picotear.

"Consiste en estimular mediante una corriente eléctrica  de bajo voltaje, a través de una finísima aguja de acupuntura, el Dermatoma T6, y se consigue disminuir los niveles de grelina y retrasar el vaciado del contenido gástrico. Al poder controlar la sensación de hambre durante unos días, permite realizar la dieta al paciente de un modo más eficaz", detalla la doctora del IEEA, que especifica que puede someterse al tratamiento cualquier persona que quieran controlar el impulso de comer, excepto embarazadas o epilépticos.

Aunque no es un método adelgazante sí ayuda a no comer de manera compulsiva, lo que en muchos casos se verá reflejado en la báscula.

El tratamiento Dermatoma T6 consigue eliminar la ansiedad y la sensación de hambre con pinchazos similares a los de la acupuntura en el vientre del paciente, con unos resultados que prometen el éxito en dietas hipocalóricas o "como método complementario en casos en los que al alcohol y a la siesta se añada un ingesta excesiva de alimentos calóricos", aconseja López Andrés.

Varias sesiones de una pequeña corriente eléctrica nos facilitarán que no dejemos una dieta a la mitad y que los kilos no se apoderen de nosotros.