"En general, el deporte beneficia a la salud de los pacientes. Al hacer deporte, se trabajan los músculos respiratorios por lo que mejora la ventilación; así mismo el ejercicio físico aumenta el rendimiento físico del paciente y ayuda a mantener un peso favorable", afirma la Doctora Astrid Crespo Lessmann, miembro del Área de Asma de SEPAR y médico del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.

También señala la mejor cara de esta relación asma-deporte, aunque, sin embargo, existe una cara B, esa que exige que el deportista asmático tenga un control y conocimiento de esta patología.

"Si el paciente no está diagnosticado de asma, no está con un tratamiento adecuado para el asma o tiene un asma mal controlada, el ejercicio puede inducir ataques de asma", puntualiza la especialista, quien recuerda que para que exista un control adecuado el paciente debe realizar su tratamiento y estar valorado por su médico.

Con las precauciones pertinentes, pocos límites hay para los asmáticos. Desde David Beckham a Gemma Mengual, muchos son los deportistas diagnosticados de asma a los que su dificultad respiratoria no impidieron subir a los pódiums.

"No existe un ejercicio único que se recomiende a los pacientes asmáticos. Todo asmático controlado puede hacer cualquier tipo de deporte, inclusive puede destacar profesionalmente en un deporte", incide la doctora Crespo Lessman, que enumera una gran lista entre los posibles deportes que pueden practicar aunque poniendo un "pero" en los de resistencia y largo recorrido.

"Si el paciente está controlado del asma y está preparado con un mayor entrenamiento físico previo, deportes de resistencia tales como correr largos trayectos, el ciclismo, el fútbol, el baloncesto, esquí de travesía o hockey sobre hielo pueden ser realizados. Estos deportes requieren un mayor gasto energético durante un período de tiempo prolongado, por lo tanto requieren un mayor entrenamiento físico", afirma.

El secreto está en el nivel de control que tengamos sobre el asma, insiste la doctora, solo así conseguiremos convertir las desventajas en beneficios.

Para no llevarnos sorpresas desagradables, nada como cumplir con las recomendaciones de la médico del SEPAR para los deportistas asmáticos:

- Cumplir con su tratamiento de mantenimiento (realizar las dosis y la frecuencia correcta pautada por su médico).

- Tener siempre consigo al realizar un deporte, un broncodilatador de acción corta (salbutamol) para usar de rescate en caso de que lo requiera.

- Realizar un entrenamiento físico correcto y adecuado al paciente, según edad, limitaciones…

- Informar al gimnasio/equipo en donde practique el deporte de su enfermedad.

- Si son deportes extremos, informar a compañeros de deporte y familiares cercanos de su enfermedad.

- Realizar controles con su médico habitual, éstos deben de incluir en algunas ocasiones la realización de una espirometría de control, la prueba de función respiratoria.

Dando los pasos correctos no habrá asma que frene nuestras ganas de hacer ejercicio. Cerca de un 12% de los deportistas de élite son asmáticos, y si ellos han podido controlarlo y triunfar, ¿vas a dejar que pueda contigo?