Ramón Arroyo acaba un Iron Man con esclerosis múltiple.

A Ramón le diagnosticaron esclerosis múltiple (una enfermedad degenerativa que afecta al sistema nervioso) hace más de 10 años, y 4 años después comenzó a practicar ejercicio muy lentamente. A día de hoy puede sentirse orgulloso al poder decir que es de las pocas personas que ha terminado una de las pruebas más exigentes, el Iron Man (3,5 kms a nado, 180 kms en bici, y 42 kms corriendo).

Al poco tiempo de diagnosticarle la enfermedad Ramón sufrió fallos en su coordinación, pérdida de visión y fatiga. Fue después del nacimiento de su hijo cuando decidió salir de su depresión y afrontar la vida con otra visión.

Gracias al apoyo de toda su familia y entorno, Ramón comenzó corriendo a duras penas 200 metros. Pasó a encontrarse mejor en esa distancia y querer un poco más, 500 metros. Y pasito a pasito ha conseguido terminar un Iron Man (si es que no hay mejor apoyo que el de los tuyos).

Pero lo más increíble de todo esto es que Ramón no tiene automatizado el movimiento de la carrera (ni de bici ni natación) como lo puede tener alguien sin esta enfermedad. Ramón tiene que ir constantemente pensando en cómo ha de apoyar el pie para darse impulso, o balancear los brazos durante toda la prueba. ¿Os imagináis lo difícil que tiene que ser esto cuando tu cuerpo va casi al límite de la fatiga?

La familia Hoyt y las 100 carreras

En este caso, Rick nació con parálisis cerebral debido a que el cordón umbilical se le enredó al cuello y le cortó el suministro de oxígeno. A día de hoy, vive independiente, se graduó en la universidad y da conferencias por todo el mundo.

El padre de Rick no aceptó el diagnóstico de los médicos, que dijeron que su hijo viviría como un vegetal el resto de su vida. Fijaos si no lo aceptó que en 1977 corrieron su primera carrera juntos (su padre era quien empujaba la silla de Rick). Al terminarla, Rick le dijo a su padre que no se había sentido como un discapacitado y fue ahí cuando comenzó la aventura de las 1000 carreras incluyendo maratones, duatlones y triatlones (6 de los cuales fueron Iron Man). El Maratón de Boston de 2009 fue su carrera número 1000.

Team Hoyt

Pero aún no han tocado techo y Rick y su padre siguen pensando en cuál será su próximo reto. ¿Quizá una ultramaratón? ¿Algún ultratrail? Está claro que sea cual sea, el límite lo ponen ellos.

En resumen, esto son dos historias de superación que nos muestran que no hay muro suficientemente alto que te impida conseguir un sueño. Si rompes las barreras y persigues lo que de verdad quieres estarás cada vez más cerca de llegar a la meta, de llegar a tu meta.