En su libro explicaba el funcionamiento de esa enzima –como proteína compleja que permite el desarrollo de todas las funciones celulares– tan importante en la vida del hombre y terminaba conformando un estilo de vida cuyas prácticas garantizaban una mejor salud. El factor y poder enzimático se convertía en algo decisivo.
"Cuanto mejor y más saludables estén nuestro estómago y nuestros intestinos, más enzimas prodigiosas se producen", dice Shinya.
Shinya considera que existen unas determinadas pautas de alimentación, así como algunos hábitos de vida que deberían ponerse en práctica para intentar devolverle salud y vitalidad al cuerpo. La idea fundamental es frenar de manera drástica la oxidación de nuestro cuerpo. Solo así el trabajo realizado por las enzimas podrá optimizarse sin verse afectado a nivel cualitativo ni cuantitativo.
"Empleamos el término enzima para designar a una serie de catalizadores de proteínas que están en el interior de las células de los seres vivos. Las enzimas son necesarias para todos los procesos y actividades que mantienen la vida en nuestro cuerpo, como la síntesis, la descomposición, la digestión, la eliminación y la desintoxicación", afirma el doctor.
El doctor Shinya recoge en este volumen los principios básicos para proteger por tanto a estas protagonistas de nuestras salud como son: los alimentos que aceleran el envejecimiento y aquellos que lo previenen; la falta de agua puede provocar cáncer; dormir no solo sirve para dar descanso al cerebro; la cafeína acelera el envejecimiento; fumar deshidrata; en el sexo está el secreto para mantenerse joven; los primeros signos de agotamiento se muestran en la piel; la comida buena para el intestino también lo es para el cerebro; razones de una vida larga como la de los pianistas...
Con La enzima prodigiosa 2 pretende hacer ver al lector que, si bien no es posible frenar el paso del tiempo, sí lo es evitar el envejecimiento innecesario y prematuro. En este nuevo libro, el doctor aporta nuevos hábitos saludables que incluir en el día a día para recuperar mucha de la energía y salud de la juventud, así como el estado lógico que corresponde a cada edad.
"El estado que corresponde a la edad cronológica de determinado cuerpo es en la actualidad el de un cuerpo mucho más joven que lo que hace unos pocos años podríamos creer. Los cincuenta son de verdad los nuevos cuarenta. Y los sesenta, los nuevos cincuenta", escribe el doctor.
Uno de los hábitos naturales más importantes para conseguir tener buena salud y belleza es beber agua. Por muchas cremas para suavizar la piel que se usen o terapias hormonales que se lleven a cabo para retener la humedad, nada tendrá el efecto adecuado si el cuerpo se deshidrata por falta de agua.
Es más: beber mucha agua, de dos a tres litros diarios, se hace básico incluso para evitar la reaparición de un cáncer o tratar adecuadamente cualquier alergia y dermatitis atópica. En otro orden de cosas, por muy sana y equilibrada que sea una dieta, no surtirá el efecto buscado de cara a mejorar la salud si no se consume el agua suficiente. El cuerpo necesita agua en todo momento. Como apunte: una señal que marca el requerimiento de incrementar su consumo viene dada cuando el color de la orina se oscurece.
Debe tenerse claro el maravilloso y destacado papel que la mente desempeña en este juego de equilibrios: la vitalidad se obtiene de rejuvenecer tanto el cuerpo como la mente.
"Me gustaría que recordaras que el poder de tus enzimas está al máximo nivel cuando amas y valoras, cuando te sientes complacido y agradecido y cuando haces el esfuerzo de optar por la alegría y la felicidad", explica Shinya.
Porque nunca es tarde para ser feliz y gozar de buena salud durante toda la vida.