“En la cara existen cincuenta y siete músculos que pueden ejercitarse igual que los del cuerpo”, dice María Garrigues Walker, pionera del fitness facial en España. De hecho, Garrigues Walker comenzó a interesarse por la musculatura facial como búsqueda de un método que pudiese ayudar a personas con parálisis facial, descompensaciones o secuelas tras accidentes. De ahí el método ha evolucionado hasta el uso estético.
Puedes aprender a trabajar la musculatura de tu cara con un aprendizaje en el que profesionales como María te enseñarán ejercicios específicos para ojos, frente, boca o mejillas. Existen unos ejercicios básicos y otros que deben personalizarse en función de las necesidades o problemas de cada persona.
Ejercitar los músculos del rostro no sólo puede mejorar y hasta cambiar el aspecto de nuestra cara sino que proporciona relajación y bienestar, igual que el ejercicio para el cuerpo, ya que nos ayuda a desconectar y a concentrarnos en lo que estamos haciendo. Más aún en el caso de la gimnasia facial, que nos impide pensar en otra cosa mientras la practicamos.
Trabajar la musculatura de la cara, especialmente en el caso de las mujeres, más preocupadas siempre por su aspecto, tiene un gran efecto psicológico positivo que aumenta la seguridad y autoconfianza.
Según esta experta, la edad ideal para empezar a ejercitar los músculos faciales son los 25 años, y debe continuarse de por vida, como un hábito más, igual que el ejercicio para el cuerpo.
Arrugas y flaccidez
Igual que los músculos corporales, los de la cara pierden tono si no se ejercitan, algo que casi nadie hace. Esta flaccidez muscular en el rostro da más sensación de envejecimiento que las arrugas.
Mediante esta “gimnasia de gestos” podemos volver a endurecer y dar volumen a la musculatura facial, combatiendo la caída de los tejidos, las arrugas y relajando la expresión.
Pero tiene muchos más beneficios: aumenta el grosor de los labios, eleva los pómulos, produce un mejor aspecto de la piel gracias a la activación de la circulación en el rostro, aumenta la elasticidad y previene el envejecimiento prematuro.
Diez minutos al día son suficientes para conseguir y mantener los resultados. E igual que con el entrenamiento físico, hay que comenzar con un calentamiento antes de realizar los ejercicios específicos de cada zona.
Seis ejercicios
Prueba hoy mismo los beneficios de la gimnasia facial con esta tabla exprés de ejercicios. Para hacerlos, siéntate en una silla con la espalda recta y la cabeza hacia el frente o túmbate en la cama boca arriba:
1.- Calentamiento. Con la base de las manos, masajea la zona de las ojeras suavemente desde el lagrimal hasta el final del ojo. Cierra los ojos, mantén cinco segundos, descansa y repite varias veces. Pellizca las cejas desde el inicio hasta el final sin saltarle ningún punto. Con las manos ahuecadas, “plancha la cara” desde el centro hacia fuera.
2.- Para la frente. Coloca ambas manos sobre la frente, quedando fuera los pulgares y la punta de los dedos mirándose. Estira hacia fuera a la vez que tensas la musculatura de la frente intentando impedirlo. Mantén cinco segundos, descansa y repite cinco veces.
3.- Ejercicio para los ojos. Coloca el dedo índice bajo las cejas, elevándolas, y el pulgar bajo los ojos. Estira e intenta cerrar los ojos. Mantén cinco segundos, descansa y repite cinco veces.
4.- Ejercicio para los pómulos. Coloca la base de las manos bajo los pómulos y estira hacia fuera. Mete los labios hacia dentro y mantén cinco segundos. Descansa y repite cinco veces.
5.- Para la boca. Dibuja una “o” con la boca, mete los pulgares a los lados y empújalos hacia fuera a la vez que intentas cerrar la boca. Mantén cinco segundos, descansa y repite cinco veces.
6.- Para el cuello. Cierra los puños y colócalos bajo la barbilla. Empújalos hacia arriba a la vez que estiras el cuello y haces fuerza hacia abajo con la barbilla. Mantén cinco segundos, descansa y repite cinco veces.