No culpes a tu genética, a tu destino, o a cualquier cosa que no sea a lo que haces en tu día a día. Lo más difícil ya lo haces (comer bien y moverte) pero si de verdad quieres hacerlo perfecto no basta con hacer las cosas bien, sino eliminar las que estás haciendo mal.

Bebes refrescos light

Que sean bajos en calorías no quiere decir que te puedas inflar. Si estás optando por las bebidas sin azúcar para llegar a ser más delgado/a, que sepas que un estudio publicado en el American Journal of Public Health sugiere que puedes estar autosaboteándote. Descubrieron que aquellos que toman refrescos light suelen ingerir más calorías a lo largo del día que aquellos que no los beben.

Comes fuera a menudo

Aunque cada vez más restaurantes tienen a tu disposición la carta con la información nutricional, ésta puede no ser totalmente cierta y precisa. Si no tienes esa opción fíjate bien en los nombres de los platos, que te pueden dar pistas.

Evita todo lo que ponga frito, rebozado, o con salsas especiales. Estos alimentos tendrán más grasas que los que dicen a la plancha, al vapor, o salteado.

No tengas reparo en “tunear” tu menú. En cualquier sitio que tengan pechuga de pollo o pavo te la pueden hacer a la plancha.

Eres perezoso/a los fines de semana

Quedarse en la cama hasta la hora de comer parece ser el hábito de mucha más gente de la que te piensas. En un estudio llevado a cabo por la Northwestern Universitiy se demostró que aquellos que se acostaban pasada la media noche, se levantaban al medio día, e ingerían su primera comida prácticamente a la hora de comer, consumían más calorías a lo largo del resto del día.

Incluso comían más comida rápida y menos fruta y verdura. Así que si tu primera comida del fin de semana no es el desayuno, empieza a valorar si te merece la pena reorganizar tu sueño para que se vea tu six pack.

Combates el estrés con azúcar

Esa jugosa y deliciosa barrita de chocolate no es la solución a tus terribles horarios y órdenes de los jefes. Esa lista de cosas interminables por hacer es la culpable de que no te separes de la máquina del pasillo de la oficina.

El estrés aumenta el cortisol, lo que hace que te desvivas por comer azúcar, y comerlo ya. Ten a mano un puñado de frutos secos, o una pieza de fruta para esos momentos en los que tirarías el ordenador por la ventana.

Sólo haces cardio

Has dejado de lado las pesas para conseguir estar más delgado/a y marcado/a. Es cierto que el cardio es un buen aliado para perder peso pero recuerda que el cuerpo se acaba acostumbrando a todo.

Además, cuanto más tono muscular tengas, más tendrá que trabajar tu cuerpo para “alimentarlo” y mayor será tu metabolismo. Combina tu entrenamiento de cardio con otro de pesas y además de lograr un cuerpo con menos grasa, lo tendrás más definido y estilizado.

Fumas

Olvídate de lo que dicen sobre que fumar te mantiene delgado/a. Comparado con las personas que no fumamos, aquellos que le dan al cigarrillo tienen más circunferencia abdominal. Es decir, más barriga. Sobra decirlo pero harás un gran favor a tus pulmones y a tu barriga si dejas de fumar.