Mushing

Te puedes sentir como Papá Noel por un día -en vez de renos, son perros y, seguramente sólo volarás de la emoción- pero la actividad es auténtica. En el pirineo oscense y catalán tienes esta actividad para descongelar el cuerpo de la mano de nuestros amigos de cuatro patas. Además, tienes la posibilidad de hacer rutas nocturnas con la luz de la luna como guía y que te dejarán una imagen de película en tu retina.

Excursión en raquetas de Nieve

¿Quién no se ha tirado con un trineo (o una bolsa de plástico en su defecto) cuando caen los primeros copos? Seguramente todos. Incluso muchos habréis ido a esquiar y a hacer snow, pero, ¿cuántos habéis desconectado haciendo senderismo por la nieve?

No te puedes perder la oportunidad de hacer cosas distintas como probar las raquetas de nieve.  Una auténtica experiencia para disfrutar  en plena naturaleza y descubrir sitios y parajes que sólo son accesibles con estas herramientas ancladas a tus pies.

Además es un buen ejercicio para mantenerte en forma. ¡Acabarás cansado pero con una sonrisa en la cara! Existen multitud de rutas y ofertas que puedes aprovechar adaptadas a todos los niveles, dependiendo de la composición de tu grupo.

Recogida de setas

La micología forma parte del otoño - invierno. Recorrer el campo recogiendo setas es una actividad muy recomendable si de vedad quieres mover el trasero; recuerda que hablamos de planes distintos.

Además, cada vez que te agachas, tiene su recompensa. Dependiendo de la altitud, las lluvias y la zona en la que nos encontremos, podremos recoger este hongo hasta entrado el invierno.

Es una actividad estupenda para realizar con toda la familia, porque podréis pasar un día en el monte y aprenderéis a disfrutarlo con respeto. Te recomendamos que vayas con un especialista para que la recogida sea segura.

Patéate la ciudad

Lo puedes hacer todo el año pero hay que reconocer que las ciudades en invierno tienen un encanto especial. Gracias a que anochece pronto, las luces son más llamativas.

Si vives en un núcleo urbano grande, seguramente te de más pereza, pero de eso se trata, de combatirla. Que te quites el cansancio de un plumazo.

Levántate, ponte un gorro y una bufanda para el frío y sal a patearte la ciudad. Recorre tiendas centenarias, sal de compras… En definitiva, ¡muévete y muévete! Ya habrá tiempo de quedarte en casa.

Coge la bici y hazte una excursión

En invierno la posibilidad de irte a hacer una buena ruta en bici merece la pena por muchas cosas. No hace el calor insufrible en los meses estivales, y seguramente disfrutes más de la bici en la montaña. Uno de los deportes más completos gracias a su ejercicio cardiovascular donde ejercitas prácticamente hasta las orejas.

También puedes hacer la excursión con una buena caminata realizando senderismo por valles y montañas de nuestra geografía.  La cuestión es moverse, ¿no?

Moto de nieve

Una forma divertidísima para disfrutar del invierno y practicar deporte a la vez. Las motos de nieve requieren de unos buenos brazos para no caerte con los “baches” y ejercitando toda tu parte troncal del cuerpo. Eso sí, para poder llevar una tienes que tener en posesión las licencias pertinentes porque si no te va a tocar ir de “paquete”.

Anímate y organiza una excursión con tus amigos, ¡merecerá la pena!. Es una actividad muy divertida con la que descargarás adrenalina a raudales. Descubrirás parajes únicos y podrás contemplar el manto blanco a toda velocidad. Si te gusta la adrenalina con el fin de quemar algunas calorías, parece que no, pero este deporte al fin y al cabo es de fuerza y de control por lo que tienes que estar concentrado constantemente. ¡Anímate!

Tienes los planes, tuya es la decisión, ¿con cuál te animas?