1.- Más Rápido, más fuerte. Súmate a los entrenamientos HIIT de Alta Intensidad. Entrenamientos en los que intercalando 1 minuto de ejercicio y 30 segundos de recuperación durante 20 minutos, dos veces a la semana,  acelerarás tu metabolismo de tal manera que este consumirá muchas más calorías en menos tiempo, ya que se consigue ganar masa muscular. En contra del faso mito de que trabajar con peso incrementa nuestro volumen, tener más masa muscular nos ayudará a quemar más rápidamente la grasa acumulada.

2.- Dale la vuelta a la cabeza. Si llevas más de 6 meses practicando Yoga, tu cuerpo puede estar acostumbrado a las posturas que realizas habitualmente y éste se vuelve menos efectivo.

Apúntate a unas clases de Antigravity Yoga, que ofrece los mismos beneficios que el Yoga con el plus que aportan las posturas invertidas tales cómo la relajación de la presión entre las vértebras, la circulación sanguínea al cerebro y el fortalecimiento del core.

3.- Sé más valiente. Prueba a realizar un entrenamiento de fuerza con TRX. Está herramienta te permitirá trabajar con el peso de tu propio cuerpo en posturas diferentes que hacen que trabajes musculatura más profunda y con mayor amplitud de movimientos.

Lo mejor es aprender con un entrenador y si tienes ya un poco de experiencia, te lo puedes llevar al parque, anclarlo en un columpio y dejarte acariciar por el sol mientras trabajas de manera intensa la musculatura de todo tu cuerpo

4.- Sé más sociable. Únete a cualquier grupo de amigos, compañeros o grupo de tu gimnasio que salga al aire libre a realizar cualquier actividad deportiva. Aunque te sientas cómo un chico nuevo en el colegio, las actividades en grupo te ayudarán a encontrar ese push de motivación que te hace falta para superarte cada día. Siempre es más fácil superarte en compañía y más difícil rendirte cuando tienes a alguien que te acompaña. De aquí pueden salir nuevas amistadas que amplíen tu círculo personal y con las que puedas compartir gustos y aficiones.

5.- Sigue rodando. Aunque nos recuerde a la infancia, patinar es una excelente actividad física que nos puede ayudar a mantenernos en forma. Por ejemplo, los fines de semana si tienes hijos y no tienes tiempo de escaparte a entrenar, puedes irte con ellos a patinar y a la vez que ellos disfrutan tu estás ejercitando tu tren inferior y pasando un buen rato.

6.- Al agua patos. Otra de las cosas que da mucha pereza en invierno es ir a nadar, aunque el agua esté exactamente a la misma temperatura, el frío hace que la imagen de meternos en la piscina sea algo temible. Nadar es un excelente ejercicio cardiovascular con el somos capaces de trabajar a una intensidad más bajita que corriendo y por tanto, nos permite trabajar más la zona de quema de grasas.

7.- Pásate al verde. En primera y con la llegada del calor, los guisos y las cremas del invierno pueden dar paso a ensaladas y sopas frías mucho más ligeras. Súmate a la moda de los smothies verdes por la mañana.

Acompaña cada comida con una ensalada de primero. Cambia tus meriendas tradicionales por la frescura de la fruta fría entre horas. Incluso atrévete a cambiar los refrescos por el té helado.