Los expertos en alimentación y fitness no dejan de hacer listas con lo que debemos o no comer, qué ejercicios que debemos practicar y señalar cada día a los culpables de que ganemos peso.

Adelgazar es un proceso largo y tedioso, ya, pero también hay pequeños trucos que pueden resultar útiles para quemar grasa abdominal y sentir cómo se reduce el volumen de nuestras cinturas sin que trastoquemos radicalmente nuestros hábitos cotidianos.

Si lo que quieres es deshacerte de los michelines, además de mantener una dieta saludable y seguir un entrenamiento adecuado y estricto, puedes probar con estas técnicas y conseguir un vientre plano en un tiempo récord.

Come con palillos. Nuestro cerebro tarda aproximadamente 20 minutos en mandar la señal de que estamos llenos, así que cuanto más rápido comamos más sobrecargaremos nuestro estómago innecesariamente.

Sustituir el tenedor por unos palillos nos ayudará a reducir la velocidad y a comer menos cantidad de la que tomamos habitualmente. Simplemente con utilizar cubiertos más pequeños o una vajilla de tamaño mediano para reducir el tamaño de las raciones, nuestro vientre nos lo agradecerá.

Los palillos se colocan en los soportes “hashioki”

Deshínchate. Muchas veces no es que nos sobren kilos o estemos acumulando grasas de más. Quizás simplemente estamos hinchados y pesados. Evitando aquellos alimentos que nos cuesta digerir como los productos lácteos o las bebidas gaseosas y cuidando de no llevar una dieta alta en sodio, que puede aplacarse fácilmente con alimentos ricos en potasio como los aguacates o los plátanos, nos sentiremos mucho menos pesados y voluminosos.

Canela. La canela contiene poderosos antioxidantes llamados polifenoles que alteran el funcionamiento del organismo ayudando a mantener el índice glucémico estable. Así conseguimos que no se disparan los niveles de azúcar en sangre, una de las causas responsables de que las personas engorden y no consigan bajar de peso. Dale un toque dulce y sano a tus postres o a tu café, notarás la diferencia.

Serrar canela

Cuida tu postura. No es ninguna tontería. A lo Ana Obregón en sus posados veraniegos: saca pecho, encorva la espalda y mantente recto. La forma más sencilla de que nuestra cintura se estire y dejemos de marcar michelines, además de evitarnos molestos dolores de lumbares y cuello. Pareceremos y nos sentiremos más delgados al instante.

Échale huevos. Las proteínas son un gran aliado para quemar grasas y, sí, los huevos son uno de los alimentos más ricos en las mismas. Una unidad de tamaño mediano de unos 60 gramos puede contener cerca de 7,5 gramos de proteínas pero no sólo eso.

Los huevos son una de las mejores fuentes de colina, un nutriente muy importante para conseguir la tediosa tarea de deshacernos de unos michelines ya que desactiva a los genes responsables del almacenamiento de grasas en el vientre. Procura que sean cocidos, pasados por agua o revueltos mejor que fritos, y nunca tomes más de cinco a la semana (la cantidad máxima recomendada por la Fundación Española del Corazón).

La nevera llena de huevos

Elige rojo sobre verde. El color de la pasión es también el que más te ayudará a perder peso. Merienda unas ciruelas rojas, en la ensalada cómete antes el tomate que la lechuga y si tienes que elegir entre uvas verdes o coloradas, opta por las segundas.

El tono rojo u oscuro de muchas grutas y verduras se debe a que tienen niveles más altos de unos nutrientes llamados flavonoides, que, como ocurría con la colina, calman la actividad de los genes responsables de que almacenemos grasas donde menos nos gusta. Las ciruelas además, cuentan con una importante cantidad de fenólicos, un compuesto orgánico que se ha demostrado ayuda a evitar que las grasas se acumulen.

Comida picante. Al comerlos sentimos que nos arde la boca y sudamos mucho más. Según los científicos, esta sensación de picor activa receptores especiales en nuestras bocas y estómagos que actúan como termosensores y nos hacen sudar más.

El cuerpo empieza a liberar calor a través de la evaporación de toxinas para conseguir enfriarse, y esto se traduce en que nos sintamos más ligeros porque, efectivamente, nos hemos deshecho de toxinas y restos innecesarios. No sólo eso, alimentos picantes como los chiles son también ricos en capsaicina, un compuesto que se ha demostrado ayuda a quemar grasas.