Una frase que resume esto es: “Si siempre haces lo mismo, obtendrás los mismos resultados”. Esto es, necesitamos variar estímulos, trabajar de formas diferentes para mantener nuestro sistema neural despierto e ir obteniendo mejoras y resultados diferentes.

En el ámbito que nos ocupa, cuando se habla de “memoria muscular”, en términos generales se refiere al hecho de realizar algo repetidamente hasta que los músculos pueden hacerlo casi de forma automática, porque lo han aprendido y se han adaptado a ese estímulo. Como montar en bicicleta, que nunca se olvida.

¿Qué debemos hacer para mejorar nuestra condición de fitness a partir de la memoria muscular?

Aquí entra en juego el sistema neuro-muscular y cómo trabajarlo de manera adecuada con el fin de ir obteniendo progresos en lugar de producirse el estancamiento. La clave no es otra que marcar bien los períodos de descanso y recuperación, así como ir progresivamente variando estímulos que provoquen una actividad en el sistema muscular.

Asimismo, trabajar de forma consciente y conectar mente y cuerpo ayudará muy positivamente a alcanzar los resultados deseados y maximizar el entrenamiento. Un estudio llevado a cabo por la Fundación Clínica de Cleveland, demostró que se puede obtener más energía combinado ejercicios que conectando cuerpo y mente.


Isabel del Barrio entrenando por Lanzarote

La idea es que si realizas una rutina de ejercicios con peso, por ejemplo, al principio, se producen unos cambios  en los sistemas cardio-respiratorio y muscular, se producen adaptaciones a dicho ejercicio. Sin duda, las adaptaciones neurales son las primeras en producirse, tras las primeras semanas de una nueva rutina de entrenamiento.

Sin embargo, dado un período de tiempo en el que el músculo ha “aprendido” la ejecución del movimiento, así como a trabajar con una carga determinada, llega un momento en la “curva de aprendizaje” en la que ésta empieza a descender si no se modifican los estímulos; es decir, es necesario, para ir progresando y mejorando nuestra condición fitness, así como el deporte que practiquemos, ir modificando los estímulos, en este caso, a través de las cargas, intensidades de trabajo y duración del ejercicio.

En caso contrario, no sólo no encontrarás mejoras, sino antes bien, todo lo contrario. Nuestros músculos si acostumbran a algo, y llega un momento en el que dejan de trabajar de manera efectiva.

Por otro lado, son importantes los períodos de descanso y recuperación, para que el sistema muscular asimile el ejercicio y el entrenamiento, y no entren en fatiga. Realizar un nuevo entrenamiento, de las mismas características, en estado de fatiga, provoca que el sistema nerviosos central no trabaje correctamente afectando directamente a las habilidades motoras.


Isabel del Barrio estirando en la playa

Con esto, os proponemos varios consejos para usar la memoria de nuestro sistema muscular para recuperar las habilidades motoras y evitar el estancamiento en nuestro plan de entrenamiento.

1.- Practicar en un entorno adecuado y libre de estímulos externos.

Al principio, para trabajar de forma eficiente las habilidades motoras,  es necesario buscar un entorno libre de otros estímulos externos que  distraigan de lo que estamos trabajando y aprendiendo, para poder centrar toda la atención en la ejecución del ejercicio, aprenderla y realizarla sin errores (ruidos, efectos audiovisuales…). De esta manera, podrás concentrar 100% cuerpo y mente y concentrarte al máximo hasta que se haya aprendido.

Busca un lugar que te inspire, te mantenga concentrado y te sientas tranquilo.


2.- La práctica en el gimnasio

Otra opción es practicar en el gimnasio, si bien las condiciones ambientales son diferentes y se dan mayores distracciones.

Comenzar de forma progresiva hasta ser capaces de realizar el mismo ejercicio que hacíamos de manera aislada.El aire que respiras en el gimnasio podría estar contaminado

Un ejemplo rápido serían, por ejemplo, las poses de Yoga, en las que la conexión cuerpo y mente ha de ser máxima. Lo ideal es empezar a practicar en un lugar aislado, libre de estímulos hasta aprender e interiorizar el ejercicio y la ejecución. Posteriormente, una vez nuestro sistema neuro-muscular ha asimilado éste, será más fácil practicarlo en otro tipo de entornos.

3.- Practica en cualquier entorno

Una vez el ejercicio se ha aprendido e interiorizado, las habilidades motoras t permitirán llevarlo a la práctica en cualquier lugar o ambiente, pese a los estímulos o distracciones externas, digamos que el movimiento, ya sale solo.

La idea e todo esto es aprender, practicar e interiorizar, para poder ir variando estímulos y seguir mejorando la calidad del movimiento.

Lo que está claro es que una vez te acostumbras a realizar algo repetidamente, de la misma manera y en el mismo lugar, es más complicado adaptarte a nuevos entornos y escenarios.