Si bien es cierto que en época de vacaciones se tienden a aumentar los excesos en aquellos caprichos que no nos damos en la rutina diaria, también puede ser el momento de sacar partido a todos los beneficios que esta época del año nos aporta.

Las temperaturas más calurosas, nos invitan a permanecer más hidratados y las comidas copiosas parecen no apetecernos tanto; el tener más tiempo libre y de ocio, nos permite también poder dedicar más tiempo al día a realizar algún tipo de actividad física que haga que nos movemos, nos mantenga activos y evitemos coger peso.

La variedad de frutas de temporada y tropicales está al alcance de todos, y es el momento perfecto para introducirlos en la dieta diaria.

El descanso, también nos ayudará a que nuestro nivel de estrés (tan dañino para la salud y enemigo de la pérdida de peso) disminuya, permitiendo tener más control sobre nuestro día a día.

Si eres de los que a menudo dice no tener tiempo para comer bien por falta de tiempo en el trabajo, y de los que acabas tomando cualquier producto pre-cocinado, o un sándwich delante del ordenador… esta vez no hay excusas.

Haz de tus vacaciones de verano el momento perfecto para llevar una vida más activa y una alimentación más sana, todo estará a tu favor.

Te proponemos pequeños consejos que sin duda te ayudarán a dar este paso tan sencillo y que la vuelta de las vacaciones sea más llevadera.

1.- Prepara tu desayuno con calma y disfruta del mismo. Un desayuno completo que contengan grasas saludables, proteína e hidratos te aportará los nutrientes y energía necesarios para controlar el apetito durante la mañana.

Un buen desayuno además será fundamental no  sólo para mantenerte saciado y con energía para gran parte de la mañana, sino para mejorar el hábito de empezar bien el día.

2.- El calor y las altas temperaturas nos invitan a estar mejor hidratados, aprovéchalo. En lugar de llenar el estómago con bebidas gaseosas, azucaradas o carbonatadas (además de vaciarte el bolsillo), aprovecha a llevar contigo una botella de agua con frutas o menta, (como os contamos en el pasado artículo), a tomar fruta fresca como la sandía o el melón que contienen mucha agua, o tés fríos. Esto ayudará a mejorar los niveles de hidratación, evitarán malas digestiones o estar con la tripa hinchada.

3.- Camina por la playa, por la montaña, o para ir a la compra. Si es posible, olvídate de desplazarte en coche. Estás de vacaciones, así que ve sin prisas e intenta ir caminando a todos los lados. La mejor forma de permanecer activo.

4.- Aprovecha a introducir más variedades de ensaladas que contengan alimentos ricos en proteínas, así como hidratos y grasas saldables, y sobre todo, que sean muy verdes, aportando más fibra al organismo.

Una ensalada bien completa con todos los nutrientes, es perfecta para las cenas. Hazlas más ligeras, para evitar digestiones pesadas y compensarás si has tenido algún exceso en la comida.

5.- Haz de la piscina tu lugar de entrenamiento. NO es necesario “matarse” a entrenar pero sí aprovechar estos lugares para realizar actividad física: nadar, caminar por la playa, ejercicios de estiramientos o alguna rutina como las que te he propuesto en otras ocasiones.

Mantener un nivel de actividad moderado permitirá que la vuelta  a la rutina sea más llevadera, además de evitar coger algún kilito de más.

6.- ¿Hambre entre horas? Mantén a tu metabolismo activo, y come cada 3 horas. Las macedonias de frutas son la mejor opción para refrescarte de manera sana y sin azúcares añadidos.

Recordad que pequeños cambios, traen resultados increíbles. Que las vacaciones no sean la excusa para no llevar una vida activa y más saludable. Apúntate estos consejos y ponlos en marcha.