En abril de 2015, la compañía alemana de productos deportivos, Adidas, anunció un interesante acuerdo con la organización medioambiental “Parley for the Oceans” de cara a poder fabricar ropa y zapatillas ecosostenibles, y parece que ha empezado a dar sus frutos.

Muestra de ello es que la camiseta que usará el Real Madrid para su partido del próximo 26 de noviembre estará fabricada, literalmente, con basura de los océanos, y el Bayern de Munich ya ha usado una del mismo tipo el 5 de noviembre en otro de sus partidos.

Alonso con la camiseta hecha de basura
Alonso con la camiseta hecha de basura | F.C.Bayern

Mediante un proceso de reciclado de las botellas de plástico y otros residuos contaminantes, han podido crear el textil necesario para la elaboración de la elástica que lucirán las figuras del equipo blanco.

Y no solo habrá una novedad en la tela que se usa, sino también en las tintas que habitualmente se utilizan para la estampación de los logotipos de las empresas patrocinadoras y de los escudos de los equipos.

En el caso de la elástica blanca, la nueva camiseta se fabricará con tintas sostenibles, de tal manera que no serán negras o de colores como habitualmente, sino de un gris claro que apenas se diferenciará del blanco de la camiseta habitual.

Además, según anunció Adidas, también van a lanzar una primera muestra de 7.000 pares de sus famosas zapatillas UltraBoost que también han sido fabricadas 100% con basura recogida del océano. El objetivo, llegar a un millón de zapatillas producidas con este sistema para finales de 2017.

Zapatillas hechas con basura de los océanos
Zapatillas hechas con basura de los océanos | Adidas

De este modo, el foco que han puesto los directivos de Adidas es, a medio plazo, eliminar el plástico virgen a la hora de producir sus productos y sacar del océano más de 11 millones de botellas de plástico durante 2017 a fin de poder fabricar las nuevas UltraBoost.

Habrá que ver si finalmente esto se lleva a cabo o, cuando acabe 2017, se ve con perspectiva que únicamente se quedó en una bonita campaña de publicidad y una acción de responsabilidad social corporativa para finalizar 2016. ¿Apostamos?