Con la llegada del buen tiempo muchos corredores nos echamos a correr al campo o a la montaña. Este medio no tiene nada que ver con el asfalto al que muchos estamos acostumbrados y para disfrutar de nuestras salidas debemos ser precavidos y preparar un mínimo de detalles que son (a mi humilde entender) fundamentales.

Vamos a repasar algunas de las cosas a tener en cuenta cuando pateamos por esas montañas, caminos y senderos de dios.

Conocer la ruta que vamos a seguir

Si es la primera vez que vamos a correr por una zona, es importante informarse de las especificaciones de la ruta. Desnivel y tecnicidad son probablemente los puntos más importantes. Tenemos que saber a qué nos vamos a enfrentar para intentar evitar sorpresas durante el camino. Es recomendable también avisar a algún amigo o familiar de donde vamos a ir a correr por si sucede algún contratiempo.

Informarse sobre la meteorología

Echar un ojo a las páginas especializadas en previsiones meteorológicas es igualmente fundamental. El equipamiento que llevaremos tendrá que ser acorde a la previsión. Pese a comprobar que hará buen tiempo siempre es conveniente llevar ropa de abrigo, en la montaña las condiciones pueden cambiar en pocos minutos. Así que mejor cargar con algo más de peso por si las moscas.

Ir bien equipados

Y cuando digo ‘bien equipados’ me refiero a BIEN EQUIPADOS. Es decir, calzado y ropa adecuada para la ocasión. Agua y comida para el tiempo que tengamos pensado estar y un poco más por si surge algo inesperado. Llevar un mini-botiquín de emergencia siempre viene bien. Además el móvil deberá estar cargado a tope o incluso llevar una batería externa para no tener problemas de quedarnos ‘off’ por falta de energía.

Protegerse del sol

Si en nuestras carreras por asfato debemos tener cuidado con el astro rey, cuando salimos a la montaña este cuidado se debe extremar. A cierta altitud los rayos del sol pegan de lo lindo y pueden causar estragos en tu piel y ojos. Una gorra, gafas de sol y como no, una buena crema de protección son imprescindibles para volver a casa sin parecer una gamba cocida de Huelva.

No forzar ni arriesgar

Parece una tontería, pero como he dicho antes, no somos Kilian ni Luis Alberto. Tampoco somos cabras montesas. Así que tomémoslo con calma. Si no estás seguro de un camino, de una vía o quizá de una bajada, busca una alternativa. Montañas hay muchas pero nosotros solo tenemos una vida.

Y sobre todo, RESPETA

La montaña no necesita nada de lo que nosotros le llevamos así que cuida mucho de no dejarte nada por allí. Guarda tus desperdicios en tu mochila y tíralos al llegar a casa. Respeta a los animales que puedas encontrarte y también a la flora. Los animales, las plantas, árboles, arbustos y cursos de agua viven allí; tú eres solamente una visita. Respétales como respetas la casa de un amigo cuando te invita a cenar. Si no lo vas a hacer, mejor no te molestes en ir.

Como veis son sólo unos pocos puntos a tener en cuenta pero si los controlamos y los llevamos a cabo con mimo seguro que nuestra experiencia en la montaña será mucho más satisfactoria.