Le llaman la pubalgia del deportista, una tendinitis que afecta a la zona del pubis y que puede provocar una proyección del dolor hacia el abdomen, aductores, ingles e incluso genitales.

"Afecta principalmente a varones, pero puede aparecer en mujeres y que en un 90% se origina por la práctica deportiva, presentándose principalmente en los futbolistas, en el 50% de los casos, seguidos de corredores de larga distancia, jugadores de rugby, ciclistas y levantadores de peso ", asegura el Dr. Manuel Villanueva, director médico de Avanfi.

Un gran sobre esfuerzo o los movimientos repetitivos, saltos, cambios de velocidad y frenadas, así como el poco tiempo de recuperación entre un partido y otro, una carrera y la siguiente, pueden producir un dolor incapacitante en muchas ocasiones. Dependiendo de la irradiación dominante del dolor se habla de pubalgia alta, si afecta a músculos abdominales, o baja, si son los tendones aductores los dañados, explica el Dr Villanueva.

Podemos reconocer esta lesión por sus síntomas: "los afectados notarán que la palpación de los músculos aductores, abdominales o de la sínfisis púbica resulta dolorosa, la contracción isométrica de músculos aductores o el estiramiento de los mismos también provoca molestias y, principalmente, en los casos de pubalgia alta, existe dolor abdominal que se exacerba al toser o estornudar, confundiendo el cuadro con una hernia abdominal o inguinal", resume el especialista.

Para evitar esta tendinitis hay que trabajar la zona core, reforzar la zona abdominal, lumbar, los glúteos... Tampoco hay que olvidar endurecer la musculatura estabilizadora de la cadera, dosificar las cargas de trabajo y potenciar abductores, aductores y abdominales.

Si bien inicialmente, se suele plantear un tratamiento conservador que incluye la reducción o el cese transitorio de la actividad deportiva, el experto aconseja un plan de rehabilitación y compensación de la musculatura que incluye:

1. Trabajo isométrico de los aductores y abductores y de los rectos del abdomen y los oblicuos. Puede ayudar en los casos muy sintomáticos a obtener un alivio del dolor en las zonas miotendinosas.

2. Estiramientos y trabajo excéntrico de la musculatura abdominal, aductores, cuadrado lumbar, isquiotibiales, tríceps sural y psoas iliaco.

3. Junto a estas medidas, la medicina osteopática incide en la normalización de la estática y mecánica del pubis, columna dorsolumbar- lumbosacra, articulaciones sacroilíaca y miembros inferiores.

4. La fisioterapia manual o mediante electroterapia (microondas, onda corta, ultrasonido, láser, magnetoterapia, electro estimulación) ayudará a superar la fase inflamatoria, de dolor y contractura.

En caso de persistir el dolor, será un especialista el que se encargue de identificar las causas y paute unos ejercicios o tratamientos específicos. Entre los nuevos tratamientos el Dr. Villanueva recomienda unas nuevas técnicas que se aplican bajo control ecográfico, como la electrolisis percutánea intratisular (EPI) y el plasma rico en factores de crecimiento (PRFC), aconsejando la limitación de las infiltraciones con corticoides en los puntos dolorosos.

En caso de persistir la lesión a los tres meses de tratamiento, la posibilidad de una intervención quirúrgica adquirirá fuerza. Todo sea por una recuperación total y una vuelta segura a la práctica de nuestro deporte favorito.