"La técnica consiste en presionar los distintos puntos, exactamente 62, que son los puntos reflejos de los órganos, articulaciones, músculos... Es como si estas partes del cuerpo estuvieran conectadas por unos cables con terminaciones en el pie que serían los interruptores a través de los cuáles, mediante presiones, se pueden mitigar dolencias, sobre todo musculares en el caso de los deportistas", explica Miguel de la Fuente, reflexólogo podal.

También ayuda como técnica complementaria en la recuperación de contracturas, inflamaciones...; sin embargo, nunca sería una alternativa a la medicina convencional pero sí un buen complemento.

En la planta del pie podríamos dibujar un mapa con todas las terminaciones nerviosas, más de 15.000, que se conectan con todos los órganos y partes del cuerpo. El perfil del pie, desde el dedo gordo a la curva interna y el talón, sería una representación del cuerpo.

Para lograr resultados, hay que estar previamente diagnosticado. Es entonces, como describe el especialista, cuando "se presionan con los dedos o ayuda de un instrumento de madera, con mayor o menor fuerza, cada punto, representando cada pie una mitad del cuerpo. Se trata de presiones, a veces con un leve deslizamiento, que hace un doble efecto, el de relajar la zona en sí misma por la fricción y la que resulta de trabajar el punto energético".

La intensidad es fundamental a la hora de lograr beneficios, pero dependerá en gran medida de la resistencia del paciente y de su umbral del dolor. Si los problemas son crónicos necesitará sesiones repetidas y sostenidas en el tiempo.

En el caso de los deportistas, trabajar estos puntos, también llamados canales energéticos, permite un mayor rendimiento y resistencia ante los esfuerzos físicos y favorece una pronta recuperación.

"Si previamente incidimos en las zonas que más se cargan, como podrían ser las piernas en el caso de un runner, puede evitar un futuro agarrotamiento", aconseja el reflexólogo De la Fuente, que enumera los beneficios que proporciona esta técnica.

Para aquellos que hacen pesas se puede insistir bajo el meñique para relajar los hombros, en los tenistas que sufren algún tipo de dolor en el codo se puede incidir en la curva del pie que es donde se encuentra el punto que lo alivia.

Cualquier dolencia es susceptible de ser tratada, trabajando la zona que hay debajo del hueso del tobillo se mitigan los dolores de rodilla y muy cerca, en la parte posterior del mismo hueso, se encuentra el punto que ayuda a ciclistas a tratar problemas de próstata.

Lo que nunca debemos olvidar es que el masaje debe realizarse por un profesional acreditado y que sí que existen contraindicaciones. Aquellas personas con infecciones, fiebre, varices o embarazo deberán renunciar a la reflexología ante el riesgo de que con la manipulación ejercida en el pie a través de las presiones se puedan provocar consecuencias inesperadas.