Estamos en el principio del año, miles de propósitos, sobre todo dietas y tablas de ejercicios, carreras, todo tipo de actividades para recuperar la forma física.

Y entonces ¿Qué pasa? Todo se nos viene abajo cuando nos damos cuenta de que no podemos salir de la oficina Y ¿qué pasa entonces?

Bueno, como entrenadora os recomiendo, lo primero, paciencia, que hay tiempo para todo. Que no todos los días son de locos. Pero sí os digo que vale la pena que os mováis dentro de la oficina.

No permanezcáis más de dos horas seguidas sentados, subid y bajad escaleras en vez de utilizar el ascensor, moveos por la oficina y que haced estos simple ejercicios seguidos cada dos horas.

Veréis cómo os sentís mejor,  cómo podéis seguir trabajando y cómo al moveros, la circulación se activa y os sentís menos cansados. No olvidéis tomar mucha agua y evitar las bebidas azucaradas. Ya me contaréis si lo habéis hecho y cómo ha resultado.

Empecemos. Llevo dos horas trabajando: muevo la cabeza de lado a lado unas cuantas veces. Lento como diciendo no; luego,  estiro los brazos hacia el techo y luego los estiro hacia adelante sobre la mesa. Esto lo repito tres veces despacio, y respirando.

A continuación  me levanto y si puedo, bajo y subo un piso por las escaleras. Si no, me doy un paseo por la oficina, y si no puedo salir de una habitación levanto las piernas como si marchara.  Esto último no más de un minuto.

Lo siguiente: apoyo la espalda en la pared o en una columna para fortalecer los cuádriceps, y aguanto lo que más pueda hasta  30 segundos. Lo repito tres veces. Vuelvo a andar un poco y realizo  equilibrios a un solo pie. Diez veces con cada pierna. Vuelvo a andar un poco más y realizo diez fondos de tríceps apoyando los brazos en la silla.

Me vuelvo a sentar y a seguir que falta mucho por hacer.  Recuerda que debes hacer estos cada dos o tres horas.