1.- El 'outsider': lo suyo no son las reglas. Va por libre. A su bola. No usa toalla porque dejar los aparatos impregnados de sudor, le pone. Lo de colocar las mancuernas en sitio tras usarlas, no entra en sus esquemas y, menos aún, quitar los discos de las barras. Jamás ponen en silencio su móvil y tiene rayados al resto de pobladores del ecosistema con sus machaconas melodías.

2.- La tímida: entra en la sala cabizbaja. Apenas sin saludar. Y se coloca en la bicicleta más escondida. Fácilmente reconocible por su atuendo: chándal colegial, camiseta XL y jersey anudado en la cintura para esconder un trasero que, a su juicio, es demasiado grande, demasiado bajo…

3.- El 'piques': vive para competir. Le delata su sonrisa de autocomplacencia cada vez que se siente… ¡vencedor! En la cinta, mira de reojo la velocidad de los corredores más cercanos para superar sus marcas. Levanta más peso que nadie y no hay quién le derrote en número de repeticiones en ningún ejercicio.

4.- La 'gran desconocida': paga religiosamente cada mensualidad, pero no va apenas. Carne de cañón de operaciones bikini, polvorón, desfiles de Victoria´s Secret y buenos propósitos de año nuevo, lo intenta pero no lo consigue. Se equipa de la cabeza a los pies, habla con el monitor para que le ponga la tabla definitiva para aniquilar sus cartucheras pero, tras una semana de agujetas y sin resultados visibles, lo deja para “más adelante”.

5.- El tecnológico: lo tiene todo. Lo compra todo. Todo lo mide, todo lo registra y todo lo comparte en las redes sociales. Pulsaciones, frecuencia cardiaca, kilómetros recorridos, velocidad… Está a la última de todos los nuevos gadgets y aplicaciones… ¡Y le gusta divulgarlo!

Dispositivo móvil en el gimnasio

6.- El 'cachas': está mazado. Su cuerpo es una lección de anatomía andante y superlativa. Vive por y para sus músculos. Su mochila es una despensa itinerante repleta de tuppers con arroz blanco, pollo hervido y batidos. Sus sesiones son extenuantes. Y cada repetición un sinvivir de gemidos coronados por el estruendo de las pesas aterrizando sobre el parqué.

7.- La maciza: es el objeto de deseo de la tribu. Ni un ápice de grasa, ni rastro de celulitis, ni una carne fuera de su sitio. La gravedad no va con ella; ni con sus pechos, ni con sus glúteos que lucen altivos y desafiantes ante el deseo de ellos y la envidia –cochina- de ellas. No suda. No se despeina. Es perfecta… ¡y lo sabe!

8.- El perfeccionista: es impecable en todos sus movimientos. Sigue rigurosamente los entrenamientos asignados. No se salta ni una sola sesión, ni una sola repetición. Calienta y, al finalizar… ¡estira! Vigila su frecuencia cardiaca, se hidrata correctamente y ejecuta todos los ejercicios con absoluta precisión.

9.- La independiente: va al gimnasio a entrenar, no a hacer amigos. Tiene el tiempo justo y no quiere distracciones en su 'momentazo del día'. Entra y sale de la sala 'refugiada' en sus cascos porque, escuche música o no, la protegen de su bestia más temida: el 'chapas'.

10.- El 'chapas': simpático y sonriente, se sabe que ha llegado por sus eufóricos saludos a los cuatro vientos. Para él, el deporte es lo de menos. Lo que le gusta, con lo que disfruta de todo corazón es… 'revelando su rollo'. Localiza a su presa, la pilla desprevenida y se abalanza sobre su oreja con la excusa más peregrina para charlar. Es el 'todólogo' del grupo: está al tanto de todo... Sabe de fútbol, de economía... Conoce la previsión meteorológica para el fin de semana y, en su versión más maliciosa, maneja los cotilleos del gimnasio como nadie. ¡Es temible!

11.- El lector: el gimnasio le aburre hasta la muerte así que se sobrepone al mal trago a base de lectura. Con un buen libro en las manos, sería capaz de subir el Alpe d'Huez en su bicicleta estática.

12.- El adonis: sus proporciones son perfectas. Ni mucho, ni poco. Su 'sixpack', marmóleo. Sus brazos musculados, pero sin caer en la vulgaridad. Su trasero… Se le espera con expectación y, cada movimiento suyo, provoca un tsunami de suspiros… Es perfecto… ¡y lo sabe!

13.- El del 'móvil': no puede vivir sin su teléfono. Lo mira cada instante y, al igual que el ‘outsider’, se resiste a ponerlo en silencio. Se le va la vida en cada llamada, en cada ‘guasap’. Da igual que esté corriendo, en la elíptica o levantando peso… No es capaz de cesar sus comunicaciones, a pesar de que, en ocasiones, llega a poner en riesgo su integridad física en el intento.

14.- Los del 'picoteo': al igual que a los lectores, les aburre soberanamente el gimnasio e intenta combatir el tedio… picoteando: 10 minutos de bici, 5 de elíptica, 15 de cinta… Ni siquiera llegan a sudar pero lavan sus conciencias y se mueven… ¡que algo hará!