"Existe un estándar de referencia sobre el perímetro que tiene mucho que ver con la raza, lo 'normal' determina que son unos 102 cm de cintura en el caso de los varones", explica Pilar Matía, doctora especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico San Carlos.

Superar esa cifra supone que los hombres deberían comenzar a cuidar su barriga y no solo por estética, sumar centímetros aumenta el riesgo cardiovascular. No vale esconderse en la "tripita cervecera" para justificar su gordura, pues como incide la especialista "es grasa visceral que se concentra por el efecto de las hormonas sexuales, por los andróginos. Se traduce en un aumento del tejido adiposo, inflamación..., y se agrava por factores como la edad o el sedentarismo".

A partir de aquí tenemos que empezar a poner soluciones y tomar decisiones. Lo saludable es arrancar un plan a largo plazo, y si queremos entrar en los pantalones del verano pasado en una semana hay que tener cuidado, tanto ellos como ellas.

"Se estima como éxito terapéutico una pérdida de entre el 5 y el 10% del peso corporal en tres meses tras seguir una dieta y hacer deporte. Un plan de choque no es saludable, pues las dietas hipo calóricas desequilibran y se pierde agua, no grasa, pero si queremos reducir el abdomen en tiempo récord lo más recomendable es cambiar los hábitos para intentar deshacernos de algún kilo que nos sobre, no más de 3 en una semana", ese es el objetivo que marca la especialista, menús con cabeza para sacudirnos hasta 3 kilos.

Una dieta correcta nos ayudará a bajar kilos y en consecuencia centímetros en la cintura. No podemos esperar milagros pero sí una disminución de volumen que nos animará a transformar nuestro plan alimenticio del día a día.

La clave está en saber qué comer sin renunciar a muchos productos básicos. Es importante no eliminar esos alimentos considerados "prohibidos" pues tomados en su justa medida y bien combinados no sólo no engordarán sino que nos ayudarán a perder peso.

1- Eliminar los azúcares de nuestro menú, las bebidas refrescantes, bollería, snacks...

2- Disminuir la ingesta de pan refinado, optar por el integral y tomarlo con moderación. No hay que confundir integral con light, hay que comerlo en cantidades pequeñas.

3- Sustituir los primeros platos por verduras, y reducir los hidratos. Eso sí, sin que desaparezcan las legumbres de nuestro menú, pues forman parte de la dieta Mediterránea que contribuye a evitar el síndrome metabólico.

4- Ingerir proteínas en los segundos platos para no perder masa muscular, unos 150 gramos de carne sería una cantidad correcta.

5- Consumo de aceite de oliva, no hay evidencia de que sus efectos "engordadores" sean excesivos.

6- En el postre mejor tomar fruta, una pieza de fruta o su equivalente. Hay que evitar su abuso, comer más de una rodaja de melón o un kilo de cerezas no ayuda a alcanzar el objetivo.

7- Evitar los zumos, pues acumulan más los azúcares.

8- Bajar el consumo de alcohol, en caso de beber el tope debería estar en dos copitas de vino diarias.

9- Las comidas y bebidas que producen gas pueden reducirse si nos causan un efecto negativo, aunque sin olvidar que hablamos solo de gas y no grasa. Eliminar esos productos no nos ayuda a adelgazar.

10- Hacer deporte o caminar ayuda a bajar cintura, hacer abdominales de poco servirán si tenemos una semana como fecha tope.

Ya tenemos un decálogo de vuestras costumbres, en tu mano está llegar al verano con una cintura de envidia.