¿Te has planteado alguna vez ponerte un maillot, unas zapatillas y agarrarte a una barra de ballet? Contrariamente a la opinión general, el ballet clásico es una disciplina de danza que se puede practicar a cualquier edad. Nunca es tarde para iniciarse en una actividad física que mejorará coordinación, postura, agilidad y tono muscular. Descubre las 10 ventajas de un arte que ha seducido a actrices y modelos como Miranda Kerr, Sarah Jessica Parker, Natalie Portman o Liv Tyler.

1. Mejora la coordinación
El ballet clásico es un ejercicio que requiere de una gran coordinación, ya que gran parte de los movimientos combinan brazos y piernas. Su práctica habitual mejora notablemente la capacidad de coordinar tren superior e inferior.

2. Aumenta la agilidad y el equilibrio
El lenguaje del ballet incluye numerosos movimientos que te harán trabajar el equilibrio. En muchos de ellos deberás mantenerte sobre una sola pierna, o incluso caminar subida sobre la parte delantera de los pies, lo que en el argot se llama media punta.

3. Mejora el tono muscular
Haciendo ballet clásico trabajarás todo el cuerpo, la musculatura mejorará notablemente su tono y conseguirás que las piernas tengan un aspecto más alargado y esbelto.

4. Ayuda  aperder peso
Es una disciplina que, acompañada de una dieta equilibrada, permite una pérdida progresiva de peso y de grasa corporal, al incluir tanto cardio como ejercicios de fuerza y resistencia muscular.

5. Bueno para el sistema respiratorio y cardiovascular
Como ejercicio aeróbico mejora la capacidad pulmonar y cardiovascular, facilitando la actividad diaria y previniendo enfermedades como la diabetes o las lesiones cardiacas.

6. Trabaja tu memoria 
El ballet clásico está muy codificado… los movimientos tienen nombre y se ejecutan de una forma concreta. Aprenderlos mejorará tu memoria física, visual y cognitiva. Además, con el tiempo, la posibilidad de aprender coreografías te obligará a retener secuencias de pasos.

7. Eleva la autoestima
El ballet, incluso en adultos, mejora la autoestima y la percepción de uno mismo. Los avances y el proceso de aprendizaje son altamente satisfactorios. Además, al ser un ejercicio físico se liberan endorfinas, lo que promueve un buen estado de ánimo.

8. Previene los dolores de espalda
La colocación de la espalda es algo muy importante en la práctica del ballet clásico. Evita las lesiones y los dolores lumbares y corrige la postura, dotando al cuerpo de un aspecto erguido y elegante.

9. Rejuvenece
Como ejercicio físico el ballet evita la degeneración articular típica del paso de los años y retrasa el envejecimiento de cuerpo y mente.

10. Aporta armonía y elegancia
Los movimientos del ballet clásico se caracterizan por su armonía y su elegancia. Trabajar el cuerpo al compás de la música y mirarse en el espejo al ejecutarlos obliga a adoptar una posición armónica y elegante visualmente.