El bailarín colombiano Beto Pérez, creador de Zumba, ha pasado fugazmente por Madrid. Talento, paciencia y perseverancia son sus claves del éxito, así como una continua reinvención. Zumba mira al futuro pensando en la serie televisiva, el musical de Hollywood o las memorias de su mentor. Su vertiginosa agenda le ha obligado a hacer sacrificios personales, pero confiesa que le compensa ver que su metodología es más efectiva y más barata que cualquier psicólogo. Amablemente concede unos minutos de entrevista a Correr y Fitness, después de impartir una master class con 700 instructores que le aplauden y le miran con devoción.

Admiran el imperio que ha levantado, pero no todos saben que fue un error casual el que le llevó al éxito. Corrían los años 90 cuando un joven Beto Pérez se olvidaba en casa la música para impartir su clase de aeróbic... resuelto a solucionar el problema decidió salir al paso cogiendo los cassettes que escuchaba en el coche. Improvisó coreografías a ritmo de salsa, merengue y cumbia, y fueron tan bien recibidas que decidió convertirlo en un nuevo sistema de entrenamiento. Así nació Zumba.

- Beto, apenas unas horas por Madrid y se va corriendo a Italia. ¡Menuda agenda!
Es complicado pero me gusta, yo creo que hay mucha gente que no me conoce y la única forma de agradecerles es hacer una clase en varias partes del mundo, yo creo que para el próximo año voy a bajar un poco el ritmo porque estoy bastante agotado, no he llegado a la mitad del año y ya le di la vuelta al mundo dos veces, pero bueno, es algo que me puse como meta este año y aquí vamos.

- Primera vez oficialmente en España ¿Qué le han transmitido los instructores españoles?
Estoy feliz porque la gente hace rato estaba pidiendo que viniera, siempre encontraba mensajes en Instagram, en Facebook, y era un poco complicado porque acabo de llegar de Filipinas y de China, pero encontré un momentito para parar aquí en Madrid y ha sido increíble. Se les ve contentos, súper felices, con hambre, con ganas, creo que en España están pasando por un momento difícil en los últimos dos años, pero parece que ya están saliendo a flote y se siente en la energía, creo que zumba ha ayudado un poquito a la población española a olvidarse de esos problemas, así que gracias a los instructores que están haciendo esa labor.

- Zumba ha venido para quedarse. ¿Cuál es el secreto de su éxito?
En el 2002 me decían ‘¿Usted cree que dentro de 2-3 años, se va a acabar Zumba?’. Y yo le dije ‘no, llevo haciéndolo 17 años y sigue creciendo’… 185 países, en España fue difícil entrar pero pudimos hacerlo. El secreto es la música, lo fácil, lo efectivo, y que es para todo el mundo. Es una clase donde no hay apenas coreografía, nadie te regaña, ese dicho de ‘No pain, No game’ no funciona para zumba, yo utilizo más bien ‘si no sonríes, no ganas’. Y mientras estés sonriendo en una clase, creo que vale la pena. La industria de fitness en los últimos años se ha enfocado en hacer programas para gente que le gusta el fitness, y es muy poca, yo inventé este programa para la gente que no le gusta hacer ejercicio, pero a toda la gente le gusta el baile, la parranda, la fiesta y la gozadera. Esto es un ejercicio disfrazado dentro del baile, así que ésa es

Beto Pérez, en Rimini

- ¿Cómo trabajan para que zumba siga creciendo?
Todos los días en zumba es diferente, esto parece una película, es para hacer un reality show allá, siempre estamos con nuevas cosas, nuevos proyectos, la compañía es muy joven, ¡yo creo que soy el más viejo de todos! Tenemos 250 empleados en Miami y miles de personas que trabajan alrededor, estamos siempre reinventando, siempre escuchando a los clientes, los instructores para nosotros son los que tienen la razón. Esta compañía no fue creada para volvernos ricos ni millonarios, simplemente para pasarla bien y gozarla. Ahora viene la serie de televisión, la estamos empezando a trabajar para el 2016, con la historia de mi vida, tengo el sueño de hacer la película, un musical en Broadway, un libro… esto no para, la gente piensa que hasta aquí llegamos, pero no, esto sigue.

- Muchos dicen que el secreto de zumba es llegar al corazón de las personas…
Sí, es un estilo de vida, cuando tú tocas sentimientos, tocas la fibra de la gente, ellos te aman. En esta clase lo que estamos tocando es la felicidad y la gente viene a la clase no para adelgazar, simplemente para sonreír. ¡Los psicólogos me están odiando porque sale más barato ir a una clase de zumba que a un consultorio con ellos!

- ¿Recibís mucho feedback de gente a la que zumba le cambia la vida?
¡Siempre!, si tú vas a Zumba Stories vas a ver testimonios de gente. Es grandísimo, estamos haciendo varios documentales de eso, recibo emails, mensajes todo el tiempo de ‘gracias por salvar mi vida, por cambiar mi vida, por ayudarme’… y esto es lindo. No me lo esperaba.

- Después de eso uno se puede morir tranquilo…
Pues yo creo que dios me utilizó como una herramienta de trabajo para dar felicidad, he tenido que hacer sacrificios personales muy grandes, pero creo que ese sacrificio se recompensa con ver la felicidad y la sonrisa de la gente.

- Zumba nació de un error casual que se convirtió en el acierto de su vida. ¿Qué se necesita para triunfar?
Yo siempre pienso que muchas veces la perseverancia y la paciencia llegan más lejos que el talento, hay mucha gente con talento y uno los ve por ahí sin hacer nada, y es porque no tienen paciencia, o porque creen que son muy buenos y entonces necesitan llegar rápido al éxito.

Si uno tiene un poquito de talento, pero tiene mucha paciencia y mucha perseverancia, lo pueden lograr. Tienen que buscar estar rodeados de gente buena, de gente que te convenga y enfocarse en eso, no fijarse en qué está haciendo el vecino, enfóquense en ustedes mismos y para delante, yo esperé veinte años para este momento, pero tengan esa referencia, porque se puede.

- Nunca le ha dado miedo rodearse de lo mejor…
Por supuesto, hay que rodearse bien, yo tengo dos socios muy buenos, Alberto Perlman y Alberto Aghion y cada uno tiene su función, uno es más administrativo, el otro lleva marketing de negocio y yo soy el creativo… nunca hemos tenido un problema en quince años juntos, nos respetamos, nos escuchamos y siempre estamos pendientes de escoger los mejores, que estén bien remunerados los empleados, el negocio que tenemos nosotros es con los instructores, no con los gimnasios. Por eso ellos se sienten parte de la compañía.

- ¿Quién le pone los pies en la tierra a Beto Pérez?
Mi mamá… además, yo a esta edad he visto de todo, trabajé para artistas muy famosos y vi los errores que cometían ellos. Ahora que yo me volví una especie de celebridad me da risa porque es algo efímero, es un juego. Siempre cuento esta anécdota, pero una vez salí en la primera página del Miami Herald con foto grande, llamé a mi mamá: ‘madre estoy en la primera página del Miami Herald, siéntete orgullosa’, y ella me dijo ‘qué bueno mijo pero ¿ya se comió las espinacas?’… Fue como ‘cua, cua, cua, cua… pies en la tierra…’. Es un juego, es parte de la vida, las fotos, los medios, para mí es un agradecimiento.